Sindicalista dijo que "el pueblo tiene que ponerle límites a Milei"

La CGT anunciaría un paro general para el 8 de abril, como respuesta a la situación actual del país y otros reclamos hacia el gobierno de Javier Milei. Rodolfo Aguiar, secretario general de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), confirmó que su organización podría sumarse a la medida de fuerza, aunque ya tienen programado un paro para el 27 de marzo debido a la inminente finalización de 70 mil contratos laborales en el Estado.

Aguiar habló en Radioinforme 3, por Cadena 3 Rosario, y señaló: "Este es un Gobierno que tiene legitimidad de origen, pero que la ha venido perdiendo a pasos agigantados durante las últimas semanas. Hay un creciente autoritarismo y un preocupante giro represivo en el Gobierno". Además, criticó las decisiones económicas, mencionando un recorte del 30 por ciento en el Estado para compensar la baja de retenciones al campo y la eliminación de impuestos a autos de alta gama.

El dirigente sindical expresó su descontento con el actual panorama político: "Los tres poderes del Estado en este momento están hackeados". En referencia a la situación de los jubilados, Aguiar indicó que el monto de 279.000 pesos no es suficiente y advirtió que se termina la moratoria previsional, lo que limitará el acceso a la jubilación para muchos ciudadanos.

/Inicio Código Embebido/

Sobre la participación de ATE en el paro general, Aguiar mencionó: "Ya está definido que este miércoles marchamos junto a los jubilados. El día 27 paramos 24 horas en toda la Argentina y nos movilizamos al Ministerio de Desregulación".

También manifestó su preocupación por las acciones del Ministerio de Seguridad: "Bullrich tendría que haber renunciado ya. Esta mujer no hace otra cosa que acumular muertos cada vez que le tocan asumir responsabilidades".

Aguiar concluyó enfatizando la necesidad de que la sociedad ponga límites al Gobierno, afirmando: "Tenemos que salir a la calle porque tiene que ser el pueblo el que le ponga límites institucionales a Milei". La marcha programada para el miércoles busca ser pacífica, aunque el clima de conflictividad social se intensifica.