Poder y votos: Milei quiere dejar de ser "inquilino" y pasar a "propietario"

El periodista y analista político Ignacio Zuleta, columnista del diario Clarín, analizó en diálogo con Radioinforme 3 por Cadena 3 Rosario las tensiones entre el presidente Javier Milei y Mauricio Macri, y advirtió que detrás de esa disputa “no hay un debate ideológico, sino una pelea por el control del proceso político” rumbo a la presidencial de 2027.

Consultado sobre el vínculo entre el líder libertario y el exmandatario, Zuleta fue categórico: “¿Por qué no se fusionan River y Boca? Es una confrontación por el control del proceso político, por saber quién es el dueño de los votos en la Argentina”.

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El analista recordó que el electorado que históricamente apoyó a Cambiemos “colapsó en 2023”, al igual que el peronismo, y que fue ese voto el que llevó a Milei al balotaje. “Milei quiere dejar de ser el inquilino de esos votos y pasar a ser el propietario. Ahí está la confrontación”, explicó.

Zuleta sostuvo que en la Argentina actual no hay un debate ideológico profundo, sino una competencia personal por el liderazgo. “Cuatro de los cinco candidatos de 2023 sostuvieron el mismo programa: Milei, Bullrich, Schiaretti y Massa. Solo Bregman ofreció algo distinto. Es un país de pensamiento único, y por eso la confrontación es personal, no ideológica”, señaló.

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A pesar de las tensiones políticas, Zuleta destacó que la Argentina mantiene “un sistema sólido” y que sigue siendo “uno de los países más pacíficos de Occidente, con alternancias democráticas reales”.

“Parricidio” y comparación con Kirchner

El periodista y consultor comparó la actual estrategia de Milei con la maniobra que Néstor Kirchner desplegó en 2005 para emanciparse del poder de Eduardo Duhalde. “Es un proceso de apropiación de un proceso ajeno. Kirchner fue una creación política de Duhalde y terminó apoderándose de ese espacio. Milei está haciendo lo mismo con el macrismo”, analizó.

En ese sentido, remarcó que la incorporación de dirigentes como Santiago Caputo, Patricia Bullrich, Luis Petri o Federico Sturzenegger confirma que “Milei no tiene otra cantera de funcionarios más que el PRO”, pero al mismo tiempo “grita a los alaridos: el jefe soy yo”.

Para Zuleta, el libertario “está en un estado de construcción primitiva”.

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“Milei es un hombre que está aprendiendo a hacer política. Nunca se dedicó a esto y se está imaginando cómo se maneja el poder. Por eso perdió 15 votaciones consecutivas en el Congreso en temas importantes. Su performance ha sido pobrísima para un gobierno que ganó un balotaje con un altísimo porcentaje”, apuntó.

Incluso subrayó que no hay contradicciones ideológicas entre Milei y sus adversarios, ni siquiera con Cristina Kirchner, a quien mencionó: “Hasta Cristina propone una reforma laboral, educativa y del Estado. No hay diferencias de fondo, pero sí una gran incapacidad de gestión política”.

El costo de la confrontación

Zuleta consideró que el presidente está priorizando su “interés privado” —la consolidación de su poder personal— por encima del “interés público”, que debería enfocarse en construir mayorías.

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“El interés público diría que hay que aprovechar las ventajas para ofrecer futuro y certidumbre. Pero Milei repite el esquema de sus primeros años: desairar aliados y dividir su propio espacio para marcar territorio”, expresó.

Y advirtió que esa estrategia tiene consecuencias: “Ignoró a Macri, a Pichetto, a Romero, dividió al radicalismo y al PRO. Eso no responde a una confrontación ideológica, sino a la necesidad de decir ‘este gobierno es mío’”. Y fue más allá: “Si Milei hubiera nombrado jefe de Gabinete a Macri, a Romero en Interior y a Pichetto en Diputados, hoy sería otro país. Pero eligió el aislamiento”.

Finalmente, el analista cuestionó la falta de diálogo entre la Casa Rosada y la provincia de Buenos Aires: “El gobernador representa al 38% del electorado nacional. No tiene sentido ufanarse de no tener su teléfono. Esa confrontación le cuesta caro al país. Puede no compartir la posición del peronismo, pero tiene que gobernar la Argentina”, concluyó.

Entrevista de Hernán Funes y Sergio Berensztein.