El mundo ve un milagro en la Argentina; las opiniones en el país son diferentes

El primer trimestre muestra un crecimiento robusto, aunque el segundo parece presentar una meseta. A pesar de esto, el FMI coloca a Argentina entre los países con mayor potencial de crecimiento, lo que contrasta con la percepción interna.

Recientemente, el Financial Times realizó un reportaje a Alejandro Werner, exresponsable del programa del FMI en la era Macri, quien reconoce mejoras en el país, pero advierte que aún falta mucho para calificarlo de milagro. Esta visión se alinea con la de Niall Ferguson, un destacado historiador económico, quien también menciona el milagro argentino, lo que invita a cuestionar si hay una visión externa más optimista que la interna.

La Argentina ha logrado revertir la hiperinflación y ha mostrado un resultado fiscal inusual, lo que es digno de reconocimiento. Sin embargo, la pregunta persiste: ¿es sustentable esta mejora? La reducción del déficit fiscal se ha logrado, en parte, mediante un achicamiento del gasto que algunos consideran transitorio.

El gobierno ha dejado de ajustar las jubilaciones temporalmente, lo que ha generado un superávit, pero se anticipa que la Corte Suprema obligará a restituir esos ajustes. Este ahorro es considerado por muchos como temporal, lo que plantea dudas sobre la sostenibilidad de la situación fiscal.

Además, el gobierno ha cometido errores recientes, como el desarme de las Lefi, que ha afectado los mercados. Estos tropiezos son parte del contexto humano de la gestión, lo que lleva a cuestionar la noción de un milagro en una economía que enfrenta desafíos constantes.

Desde el ámbito microeconómico, la realidad es compleja. El atraso cambiario y otros factores limitan la competitividad, lo que impide que la recuperación sea uniforme. La falta de inversión extranjera directa también genera interrogantes sobre la solidez de este supuesto milagro.

Antes de afirmar que se ha alcanzado un milagro, es prudente adoptar una postura más cautelosa. Si bien hay logros que merecen reconocimiento, la situación económica argentina requiere un análisis más profundo y una evaluación crítica de los desafíos que aún persisten.