Continúa la búsqueda de personas en el edifico derrumbado.

Sociedad

El abogado del gasista aseguró que su cliente "no escapó"

08/08/2013 | 06:10 | Hugo Buffarini dijo a Cadena 3 que Carlos García, quien trabajaba en el edificio que explotó, “alertó mediante llamadas” al 911 y a Litoral Gas. Y afirmó que dejó el lugar para pedir ayuda.

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El abogado del gasista aseguró que su cliente ''no escapó'' (Matías Arrieta)

El gasista Carlos García y su ayudante Pablo Miño, quienes trabajaban en el edificio que colapsó tras una explosión en Rosario, con el resultado de al menos 10 personas muertas, declararon anoche ante el juez y continuarán detenidos acusados de estrago culposo.

Tanto García como Miño, quienes se encuentran incomunicados, prestaron declaración indagatoria ante el juez Juan Carlos Curto y la fiscal Graciela Argüelles, y el magistrado resolvió que continúen detenidos.

El abogado del gasista García, Hugo Buffarini, dijo que pedirá la libertad de su defendido, ya que "es hipertenso, tiene 62 años y, por las normas de procedimiento en Santa Fe, al ser un delito menor, se le puede conceder el estado de libertad mientras dure la investigación".

En diálogo con Cadena 3, Buffarini negó que se cliente haya huido del lugar: “No escapó. Todo lo contrario: alertó rápidamente mediante llamadas telefónicas”.

Buffarini relató que, al producirse la fuga de gas, su defendido "intentó dos veces comunicarse con la empresa Litoral Gas y otras tantas al 911 sin éxito y, al ver que no podía manejar la pérdida, se subió a su camioneta para avisar en persona a la guardia de la firma para que corten el gas en el edificio".

El letrado destacó, además, que García "se cruzó en el camino con un patrullero policial y les avisó de la situación de emergencia y luego a dos inspectores de Litoral Gas, a quienes también les dio aviso para que corten el suministro en el edificio de Salta 2100".

Buffarini dijo que el acusado contó ante el juez que, "cuando fue contratado por el consorcio, avisó en la empresa que iba a realizar ese trabajo, que es de envergadura, y Litoral Gas había cortado el suministro la semana pasada, pero volvió a dar el servicio al edificio".

Indicó, además, que, "como no hay protocolos en la empresa para que todos los gasistas desplieguen una actividad común y reglamentaria, cada gasista debe responder por los actos que realiza y luego serán convalidados estos trabajos cuando la empresa reautoriza la instalación del servicio".

Por su parte, Juan José Nanni, abogado de Pablo Miño, destacó que su defendido "es de Corrientes y hace un mes y medio trabajaba con García, por lo que carece de los conocimientos técnicos en la materia".

"Miño estaba afuera del edificio y colaboraba pasándole las herramientas. Él dice que en un momento dado escucha un ruido fuerte, un zumbido y luego aparece como una nube en la puerta del edificio con mucho olor a gas", destacó el letrado.

Asimismo, indicó que su defendido relató que, "envuelto en esa nube, sale el gasista y le dice que va a llamar a la empresa para que corte el fluido y, a los 15 minutos, se produce la explosión".

Informe de Matías Arrieta.