Qué es el cuadro "íleo postoperatorio" que le diagnosticaron a Cristina Kirchner

Tras la cirugía de apendicitis a la que fue sometida, la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner fue diagnosticada con un cuadro de íleo postoperatorio, una complicación frecuente luego de intervenciones quirúrgicas, especialmente abdominales, que suele ser transitoria y manejable con tratamiento de soporte.

El íleo postoperatorio consiste en una parálisis o enlentecimiento temporal de la motilidad intestinal. En otras palabras, el intestino deja de mover su contenido —alimentos, líquidos y gases— como consecuencia del estrés quirúrgico, la inflamación y la manipulación de las asas intestinales durante la operación. No se trata de una obstrucción física, sino de una alteración funcional del intestino.

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¿Qué implica un íleo postoperatorio?

Es una interrupción del movimiento normal del intestino, conocido como peristalsis, que puede aparecer luego de una cirugía. Se considera una complicación relativamente común y, en la mayoría de los casos, tiene una evolución benigna. Su duración habitual es de entre dos y cuatro días, aunque en algunos pacientes puede extenderse por más tiempo.

Síntomas más frecuentes

Entre las manifestaciones clínicas más habituales se encuentran la distensión abdominal, el dolor o los cólicos, las náuseas y los vómitos. También puede presentarse imposibilidad para eliminar gases o evacuar, lo que genera una marcada sensación de plenitud y malestar general.

Principales causas

El íleo postoperatorio puede originarse por distintos factores que actúan en conjunto. La manipulación directa del intestino durante la cirugía genera un trauma local; a eso se suma la respuesta inflamatoria del organismo, con liberación de sustancias que afectan el movimiento intestinal. También influyen el estrés quirúrgico, la activación del sistema nervioso simpático, el uso de analgésicos opioides y posibles alteraciones electrolíticas.

Cómo se trata

El abordaje suele ser conservador y de soporte. Incluye ayuno transitorio, hidratación y corrección de electrolitos mediante sueros intravenosos y, en algunos casos, la colocación de una sonda nasogástrica para aliviar la distensión abdominal. El control del dolor es clave, aunque se procura evitar medicamentos que puedan agravar el cuadro. En situaciones puntuales se utilizan fármacos que estimulan la motilidad intestinal.

Los especialistas destacan que el factor principal es el tiempo: el intestino necesita recuperarse de la agresión quirúrgica. En paralelo, es fundamental descartar complicaciones más graves, como una obstrucción mecánica, mediante estudios por imágenes.

En el caso de Cristina Kirchner, el diagnóstico fue confirmado a través de una tomografía computada y se implementaron las medidas correspondientes, a la espera de una evolución favorable del cuadro.