Cámara de Senadores de la provincia de Buenos Aires.

Cuestionamientos sobre ética en la política

La política argentina ante un desvío: ¿Legisladores al servicio de sus intereses?

29/06/2025 | 08:10 | Lopérfido denunció que las provincias son refugios de negocios políticos y privilegios. La reciente votación en Buenos Aires de reelecciones indefinidas reabre el debate sobre la ética en la política.

En Argentina, se ha desvanecido la idea de servicio público. Los políticos priorizaron sus intereses personales por encima de las necesidades de los ciudadanos. Esta situación se evidenció en la reciente votación en el Senado de la provincia de Buenos Aires, que permitió las reelecciones indefinidas de los legisladores.

Actualmente se permite una única reelección, pero la clase política avanza de manera intensa en la defensa de sus privilegios. Las legislaturas provinciales se han convertido en verdaderas fábricas de negocios y acuerdos políticos. La población ignora en gran medida el propósito de estas instituciones, excepto cuando surgen escándalos como el de chocolate Rigau, que exhibió cómo algunos legisladores desviaron fondos a través de empleados fantasma.

Muchos políticos engañan a la ciudadanía. Un ejemplo es Carlos Kikuchi de La Libertad Avanza, quien, a pesar de su afiliación, apoyó sistemáticamente políticas kirchneristas. Kikuchi llegó a argumentar que en el Reino Unido se permitía la reelección indefinida durante Churchill, y que gracias a eso vencieron a los nazis.

Estas actitudes irresponsables de algunos diputados, quienes se benefician de la venta de su voto, son inaceptables. Comparar su situación con la de Churchill denota una falta de respeto hacia la historia. El parlamento británico de ese período no puede ser contrapuesto con las corruptas legislaturas provinciales argentinas, donde las decisiones se toman basadas en convenios pagos y donde se articula la política más cuestionable.

En esos espacios legislativos, se insiste en generar caja política. La honestidad y el patriotismo brillan por su ausencia. Es vital abrir un debate sobre la cantidad excesiva de legisladores en las provincias y su real aporte a la sociedad.

La conclusión parece evidente: muchos de estos legisladores no benefician a los ciudadanos, sino a políticos corruptos y al entorno que los rodea. Los ciudadanos soportan altos impuestos que se destinan a enriquecer a legisladores y sus empleados.

Mientras tanto, se lleva a cabo una votación en Formosa para una reforma constitucional, en un escenario que se asemeja más a una dictadura donde el bienestar depende de ser leal a Insfrán. Allí, la elección de legisladores es una respuesta a la prohibición de reelecciones indefinidas dictada por la Corte Suprema, utilizando un sistema de ley de lemas que es perjudicial.

Calificar de democrática la situación en Formosa es un sarcasmo. Al enfrentarse a una restricción institucional, figuras como Insfrán encuentran maneras de eludir las decisiones judiciales para perpetuarse en el poder. Los ciudadanos de estos espacios no experimentarán cambios significativos hasta que no haya una intervención federal que frene estas prácticas.

Los ciudadanos continúan pagando impuestos mientras enfrentan condiciones de vida paupérrimas, prosperando solo políticos sin escrúpulos que viven como verdaderos reyes.

Si Argentina no vuelve a enfocarse en el concepto de servicio público, será complicado avanzar. Por cada reforma que pueda considerarse positiva, existen innumerables políticos que luchan por conservar sus privilegios, mientras las economías domésticas siguen sufriendo y las clases medias enfrentan grandes dificultades.

El peronismo ha creado una élite de políticos de poco calibre, todos adinerados, que controlan el país. Sus acciones se limitan a burlas institucionales, manteniendo a los ciudadanos en una posición de vulnerabilidad. La política se enfrenta a numerosas mafias que operan en su seno, priorizando sus intereses sobre el bienestar de la población. Como resultado, los ciudadanos se convierten en las verdaderas víctimas de este sistema corrupto y la política no toma decisiones contundentes. La mafia siempre prevalece.