Desigualdad impositiva en el sector vitivinícola
20/06/2025 | 18:48 | Un estudio de la UNCuyo revela las altas tasas impositivas en el sector vitivinícola. En Argentina, los impuestos pueden alcanzar hasta el 62%, casi el doble que en Chile, afectando su competitividad.
La presión fiscal sobre la industria vitivinícola en Argentina ha mostrado un aumento constante, superando casi el doble de lo que deben abonar las fincas y bodegas en Chile.
Estos hallazgos provienen de una reciente actualización del informe elaborado por los profesores e investigadores Alejandro Trapé y Juan Pott Godoy, pertenecientes a la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo). Este informe, solicitado por la Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR), se ha venido desarrollando desde 2017.
Con datos que se extienden hasta el 2025, el informe destaca que la carga tributaria vigente en Argentina se eleva al 57,1% del excedente puro de producción de las fincas y al 62,4% en el caso de las bodegas.
El estudio revela que la presión fiscal puede aumentar hasta el 61,2% en fincas pequeñas o reducirse al 53,6% en fincas grandes. Para las bodegas, este porcentaje se sitúa en el 63,4% para las pequeñas y en el 58,4% para las grandes, según los datos pertinentes.
El concepto de excedente puro de producción se refiere a la diferencia entre los ingresos totales y los costos, excluyendo los taxes. Así, los impuestos se llevan el 57,1% en fincas y el 62,4% en bodegas, reflejando una carga significativa para los productores. El informe también permite observar el caso de una bodega en Mendoza que elabora su propio vino a partir de uvas producidas en su finca.
En esta bodega, de cada peso ingresado (100%), los costos de producción, venta y administración ocupan el 81%, generando un flujo neto inicial del 19%. Sobre este excedente, se descuenta el 62,4% en impuestos.
Este análisis permite extraer tres conclusiones clave: primero, la presión tributaria para el sector vitivinícola en Argentina es superior al promedio nacional; segundo, casi duplica las tasas impositivas vigentes en Chile; y tercero, desde 2017, esta carga ha ido en aumento.
Llama la atención que en la vitivinicultura argentina, los impuestos representan el 57,1% del excedente de explotación en fincas y el 62,4% en bodegas, cifras elevadas, incluso en comparación con la economía nacional.
De acuerdo con el informe de la UNCuyo, estas cifras superan la carga impositiva promedio del sector económico en Mendoza (39%), así como el promedio nacional que es del 37,7%, y son más altas que la registrada en Brasil (40,4%) y Chile (20,8%).
Específicamente, en Chile, la tasa impositiva para una finca se establece en el 33,3% del excedente puro, mientras que en Argentina es del 57,1%. En el caso de las bodegas, en Chile los impuestos representan el 42,4%, en contraste con el 62,4% en Argentina.
Desde 2017 hasta el presente, la presión fiscal sobre fincas pasó del 45% al 57,1% y las bodegas del 58% al 62%.
En el marco de los aspectos metodológicos, se define la “carga impositiva” como la relación entre el total de impuestos que paga una empresa y el excedente de explotación puro.
Se incluyeron diversos tipos de impuestos en los cálculos: Ganancias, IVA, Ingresos Brutos, Impuestos patrimoniales, Impuesto a los débitos y créditos bancarios, entre otros.
El informe de la UNCuyo también identificó los impuestos más relevantes que contribuyen a la alta presión fiscal del 62,4% que enfrenta una bodega integrada en Mendoza. En el caso de una bodega que produce sus propias uvas, los impuestos más significativos son Ganancias (20,8 puntos), impuestos laborales (17,1%) y Débitos y Créditos (10,9%).
Con esta información, se entiende mejor la complejidad de la situación que atraviesan los productores vitivinícolas en Argentina, quienes se enfrentan a una carga tributaria que podría poner en riesgo su viabilidad económica y competitividad internacional.