Las claves del gesto no verbal
19/06/2025 | 21:05 | El lenguaje corporal de Cristina Kirchner, al mostrar sus pulgares, sugiere tranquilidad y bienestar a pesar de adversidades recientes, como su situación judicial y la prisión domiciliaria.
¿Puede el lenguaje corporal comunicar emociones más allá de las palabras? A lo largo de años de investigación, especialmente en entornos carcelarios, se observó que las expresiones corporales a menudo son tan reveladoras como el habla. En ocasiones, revelan incluso más de lo que se dice.
La reciente decisión sobre la prisión domiciliaria de Cristina Fernández de Kirchner y su autorización para saludar desde el balcón suscitó una curiosidad particular. Lo que más impactó fue cómo, al asomarse, las manos y los pulgares de la expresidenta se elevaron, formando un gesto que en el contexto del lenguaje corporal tiene un significado preciso.
Este gesto, que a simple vista parece trivial, es profundamente significativo. La elevación de los pulgares, conocido en la comunicación no verbal como un símbolo del "ok", es un tipo de "fuga emblemática", como lo describe el psicólogo Paul Ekman. A menudo, este tipo de gesto expresa emociones positivas, una aprobación o un estado de bienestar. En situaciones emocionales complejas, tales gestos pueden filtrarse, revelando lo que uno siente internamente.
Es interesante notar que, en diversas investigaciones, se observó que los gestos de las manos a menudo transmiten más que las palabras. Cuando las personas enfrentan emociones negativas como ira o tristeza, por lo general tienden a esconder su pulgar, indicando un estado de protección involuntario. Este comportamiento, a menudo inconsciente, refleja emociones no expresadas o un intento de engañar.
El gesto de Cristina parece ir más allá de un simple acto de celebración. Al elevar el pulgar conscientemente, transmite a los demás su estado anímico. En ese contexto, representa una señal de tranquilidad a pesar de las adversidades, algo que puede interpretarse a la luz de la ciencia del lenguaje corporal. Esas sutilezas, como enseñó Ekman, son pistas que ayudan a entender lo que verdaderamente sienten las personas.
Los gestos, aunque sean sutiles, se convierten en ventanas para observar las emociones internas de alguien. La “fuga emblemática” del pulgar es un signo de conexión con emociones positivas, aun cuando se intentan ocultar o la situación sea adversa.
En resumen, los pulgares de Cristina Kirchner ofrecen una perspectiva en el vasto universo del lenguaje no verbal que todos llevamos dentro. Las palabras no son las únicas que narran nuestras emociones; cada pequeño movimiento de nuestro cuerpo es igualmente significativo. En nuestro laboratorio de investigación, siempre repetimos: nuestro cuerpo no sabe mentir.