Escándalo en el Senado
01/07/2025 | 20:26 | La presidenta de la Comisión de Trabajo cerró inesperadamente la reunión, lo que permitió que el kirchnerismo aprobara el aumento a jubilados con una votación clave.
La Comisión de Trabajo y Previsión Social del Senado vivió el pasado martes una situación sin precedentes. La senadora macrista Carmen Álvarez Rivero intentó dar por concluida la reunión con el objetivo de frenar el proyecto de suba de jubilaciones. Sin embargo, el vicepresidente de la comisión, Mariano Recalde (UxP), tomó su lugar, convocó a votación y logró obtener un dictamen favorable con 9 votos a favor de 17.
De acuerdo a fuentes de Noticias Argentinas, el Gobierno había instruido al líder libertario Ezequiel Atauche para que bloqueara este tratamiento. Sin embargo, el desliz de Álvarez Rivero, quien salió del estrado con un “hasta luego” mientras recolectaba sus documentos, permitió que la oposición realizara un movimiento reglamentario que echó por tierra la estrategia oficial. Ante la toma de presidencia de Recalde “por vacancia momentánea”, la senadora cordobesa regresó al Salón Illia, se ubicó junto a él y, sin sentarse, lo miró fijamente. El camporista le preguntó: “¿Quiere tomar asiento?”. Ella respondió “no” y permaneció como una espectadora mientras la moción continuaba.
Durante dos horas y media, el recinto se tornó en un intercambio de reproches: el senador puntano Fernando Salino acusó a la presidenta de estar “al borde del capricho”; la porteña Juliana Di Tullio bromeó sugiriendo que se fijaran reuniones “los sábados”, y la también macrista Guadalupe Tagliaferri puso en duda la capacidad de su compañera para dirigir la comisión, cuestionando si realmente estaba “facultada”. Atauche, visiblemente desesperado, intentaba declarar “antirreglamentaria” la moción, pero Álvarez Rivero no pudo sostener dicho argumento.
El dictamen unifica el proyecto que ya había sido aprobado por la Cámara de Diputados el 4 de junio, que incluye una recomposición del haber del 7,2 % y una moratoria para aquellos que no completaron sus aportes. Esta situación coloca al Gobierno en una posición incómoda, obligándolo a decidir entre vetar o aceptar el aumento. Con la bancada libertaria dividida y la UCR en una situación delicada, la Casa Rosada teme no alcanzar los 87 votos necesarios en Diputados para mantener un posible veto presidencial.
El escándalo de este martes también revela la dificultad del Ejecutivo para manejar a sus aliados, dado que por la mañana el secretario Carlos Guberman fracasó en el CFI al intentar detener la rebelión de los gobernadores respecto a la coparticipación. Tras este episodio de “la presidenta ausente”, el panorama legislativo se torna cada vez más incierto para las iniciativas de Javier Milei.