Schiaretti y la CTEP, ¿el Estado, contra sí mismo?
Schiaretti y la CTEP, ¿el Estado, contra sí mismo?

Política esquina economía

Schiaretti y la CTEP, ¿el Estado, contra sí mismo?

26/02/2019 | 09:27 |

Los Trabajadores de la Economía Popular recibirán subsidios del Estado… para pagarle impuestos al Estado. ¿Qué dirán los Trabajadores de la Economía Oligarca sin crédito para comprarle a la Provincia?

Adrián Simioni

El gobierno de Juan Schiaretti lanzó, a instancias de organizaciones piqueteras, un programa de beneficios para trabajadores informales que esas organizaciones dicen representar. Se refieren a sí mismos como “trabajadores de la economía popular”, como si taxistas, empresarios, albañiles, armadores de autopartes y comerciantes en blanco compusieran una élite de oligarcas que nunca se sacan el frac.

Las ambiciones piqueteras eran mucho mayores y las querían por ley. Y nunca sabremos si el gobierno decretó algo para no entregar todo, ni en qué medida estas entidades volverán a la carga, pero con más poder que el que tenían.

El programa no está exento de contradicciones:

El Estado te paga los impuestos

El Estado establecerá un registro para que se anoten los “trabajadores de la economía popular”. Gracias a eso recibirán un subsidio del Estado para, con ello, pagar el monotributo social. O sea: el Estado les pagará para que ellos le tributen.

Acá hay una primera contradicción. No se trata de despreciar ni desmerecer a quienes desarrollan actividades en negro. En muchos casos, no hay allí voluntad de evadir sino actividades de tan escasa productividad que no pueden generar ecursos para solventar los impuestos. Pero hay un problema lógico y técnico: el Estado termina promoviendo la expansión y la supervivencia de actividades que multiplican la economía en negro que no tributa al propio Estado.

Es el sueño del anarquismo. Usar al Estado para la destrucción del propio aparato estatal.

Los partidarios de estas actividades niegan de plano esto y dicen que, al contrario, estos programas buscan ayudar a blanquear, legalizar, incluir a las personas. Hay decenas de experiencias que indican que no es así. Al revés: los subsidios sociales son el pulmotor imprescindible para que subsistan y se multipliquen actividades que están entre el trabajo y la mendicidad. Si no fuera por los subsidios, esas actividades no podrían subsistir. Las estadísticas no mienten: jamás tuvo la Argentina tantos planes sociales y la gente que trabaja en blanco es que cada vez menos en términos relativos.

El Estado te da el crédito

Los beneficiarios también recibirán financiamiento sin costo, lo que, con la inflación actual, implica que la mitad del crédito es a fondo perdido. Es decir, también es un subsidio. Esos créditos serán tanto individuales como colectivos, asignados a las cooperativas o formas jurídicas que conformarán los beneficiarios.

O sea que uno de los niveles del Estado -en este caso una Provincia- pondrá dinero para financiar actividades de escasa sustentabilidad asignándoles créditos que el propio Estado -en su nivel nacional- ha tornado inaccesibles como consecuencia de décadas de gastos públicos desbocados. Otra contradicción: al borde del déficit, el sector público aumentará otra vez su gasto para atender los efectos negativos que el propio aumento del gasto ha gestado.

Funcionarios provinciales se reunieron este viernes con miembros del CTEP

El Estado te garantiza la compra

Por ley, el gobierno de Schiaretti también aumentará el monto total que la Provincia podrá comprar a los “populares” sin que medie licitación y por adjudicación directa. El propio gobernador en el acto dio el ejemplo de mochilas escolares y sábanas para los hospitales, entre otros. Uno agrega guardapolvos escolares, servicios de limpieza, alimentos para el Paicor e infinidad de otras posibilidades.

Trabajadores de la economía oligarca

Uno puede fácilmente imaginar lo que pueden llegar a pensar los Trabajadores De Frac de la Economía Elitista. Supongamos un pequeño empresario que se dedica a brindar servicios de limpieza, que mantiene empleados en blanco, al que le resulta imposible financiar un mes los sueldos a tasas del 100 por ciento si algún cliente le demora los pagos y que encima paga impuestos con los cuales se financia a los Trabajadores Sin Franc de la Economía Popular.

¿La próxima vez que quiera concursar la limpieza de una escuela le dirán que no hay concurso? Nadie dice que la acción del Estado no sea necesaria para que amplios sectores sociales puedan vivir con dignidad en una sociedad en la que las oportunidades sean para todos, la movilidad social sea una realidad, la democracia sea más efectiva y la libertad no sea en verdad el privilegio de unos pocos.

El tema es operativo. La cuestión es si estos programas no logran exactamente lo contrario de lo que postulan. Y por múltiples mecanismos. Primero: un Estado gastando sin ton ni son no soluciona problemas sino que los crea. Segundo: subsidiar actividades que no son sustentables puede terminar multiplicando actividades insostenibles en lugar de hacerlas viables. Tercero: por auxiliar mal a algunos podemos terminar de ahogar a los que a duras penas sobreviven.

El riesgo de quedar contra las cuerdas

No sólo hay consideraciones económicas. El lanzamiento del nuevo programa se hace a las puertas de una elección provincial en la que el schiarettismo intenta que el kirchnerismo, o al menos una parte de él, no juegue por fuera del peronismo para no perder votos por esa vía. Puede haber allí una motivación extra en conceder este programa.

El plan está basado en un proyecto de ley de Economía Popular que hace menos de un año empezaron a impulsar Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) de Córdoba, Barrios de Pie, Corriente Clasista y Combativa (CCC), Frente de Organizaciones en Lucha (FOL) y Federaciones de Organizaciones de Base (FOB). Todas estas organizaciones tienen alineamientos partidarios entre el kirchnerismo y las variantes infinitas de la izquierda.

Hasta ahora, la CTEP no tenía en Córdoba el despliegue que adquirió en Buenos Aires durante el macrismo, sobre el cual logró enormes cuotas de poder y capacidad de presión y negociación para decidir el destino de miles de millones de pesos del presupuesto público.

La CTEP está liderada por Juan Grabois, el llamado “piquetero del Papa”, que además de jugar para Bergoglio, milita abiertamente por el regreso de Cristina Fernández a la Presidencia al grito de “ella no sabía” para exculparla de cualquier reproche por las coimas que infestaron los gobiernos K.

¿Schiaretti se está comprando un problema? ¿Les está dando de comer a quienes luego lo tendrán contra las cuerdas a él o a quien lo suceda?

La secretaria de Equidad de la Provincia, Laura Jure, le dijo a Cadena 3 que, en realidad, parte de este programa consiste en darle unidad a una serie de acciones que ya se llevaban adelante en forma más o menos dispersa. Puede ser. Pero ahora ya hay decretos y habrá una ley de la que los de la “economía popular” se van a agarrar.

Y ya avisaron que insistirán con que todo esto sea por una ley más abarcadora. Buscan perpetuidad y en sus planes hay mucho más.

Por ejemplo, Grabois quiere que haya una “paritaria” de los trabajadores de la economía popular. No se sabe quién sería la patronal. Tal vez un burócrata estatal que otorgue aumentos con plata que no es de él. Pero está claro que Grabois quiere sentarse en esa paritaria por el lado de los “asalariados populares”.

Pagar para que te corten

El otro riesgo tiene que ver con los métodos. Si hay algo sí consta que producen las organizaciones piqueteras lideradas por la CTEP papal son los cortes y movilizaciones que caotizan periódicamente la Capital Federal. ¿Podría suceder de ahora en más (o después de las elecciones) lo mismo en Córdoba?

Ojalá que no. Es lo último que necesitan los Trabajadores de Frac de la Economía Elitista, esos que todos los días van a sus trabajos sin subsidio y que han perdido su poder adquisitivo y el acceso al crédito por un rojo fiscal y una bruta inflación generados en última instancia por el Estado.

Sería el colmo que, con los últimos impuestos que son capaces de pagar, los Trabajadores de de la Economía Elitista terminen financiando, a través de la Provincia, a los piqueteros que, como sucede en Buenos Aires, les impiden casi todas las semanas llegar con normalidad a sus trabajos y a sus hogares.