¿Hay vida después de abril?

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¿Hay vida después de abril?

28/05/2019 | 07:35 |

La consultora OJF registró una caída mucho más amortiguada en relación a un año atrás y un crecimiento del 1,5% respecto de marzo. En el mercado inmobiliario y en el consumo hay datos parecidos.

Adrián Simioni

Ayer por la tarde, la consultora Orlando J. Ferreres difundió el dato largamente esperado: el nivel de actividad económica de abril. Según esa medición, el Índice General de Actividad (IGA) fue “apenas” un 1,5% menor al de hace un año y un 1,2% mayor al de marzo. Decir que algo cae “apenas” un punto y medio es el colmo del conformismo, pero con caídas interanuales que hasta la medición de marzo venían dando casi un 9%, dan ganas de hacer una fiesta.

El dato contrarresta los propios datos oficiales, que en marzo (las mediciones del Indec van casi con un mes de retraso respecto de las privadas) también habían sido muy deprimentes: una caída de 6,8%.

El nuevo dato es tramposo. Por primera vez se compara contra un mes, abril de 2018, en el que ya se sentía el impacto de la crisis. La economía había sufrido un parate. Hasta ahora, todos los meses venían comparando con meses previos de 2018 y de 2017 que mostraban, en algunos casos, niveles récord de actividad. Hasta marzo, las caídas eran por tanto exageradas. Y los datos que vengan de ahora en más estarán amortiguados, porque todos compararán con meses que fueron muy malos.

Por eso también es muy importante la medición intermensual: el 1,2% positivo de abril respecto de marzo.

Por el piso

¿Significa esto que hay vida después de abril? Es posible. Por un lado, ratifica que el piso de la crisis se habría alcanzado en noviembre o diciembre, con mejoras muy leves en enero y febrero que la inestabilidad del dólar se llevó por delante en marzo. Fue cuando el Banco Central, que se había apurado a bajar la tasa de interés, vio cómo se producía un nuevo fogonazo inflacionario y tuvo que volver a subir el costo del dinero. Con eso, abortó o frenó el leve respiro que mostraba la economía.

La salida de ese piso sigue siendo motivo de dudas. No se sabe si nos mantendremos mucho más tiempo en él o si datos como estos de OJF son un indicio del rebote tan esperado.

¿Rebote significa que se arregló todo y volvemos a lo de siempre? Difícilmente. Sin recursos fiscales para recalentar la demanda agregada, como le gustaba hacer al kirchnerismo, esta vez la economía, si crece, no lo hará por la administración de anabólicos artificiales, sino desde abajo, desde el interior, desde el sector privado, vía exportaciones, importando lo mínimo necesario, con el mercado interno por el piso y por la sencilla razón de que, una vez que llegaste al fondo, no hay ninguna otra dirección para ir que no sea hacia arriba o, en el peor de los casos, hacia el costado.

Inmuebles y góndolas

Esto también muestran otros indicadores. En abril, por ejemplo, las ventas de inmuebles en la Capital Federal se hundieron 54% interanual. Acá también la comparación interanual compara contra abril del año pasado, cuando los créditos UVA todavía volaban. En comparación contra marzo último las escrituras crecieron: 1,3% arriba.

¿También acá se tocó el fondo?

En el consumo los datos interanuales son para las lágrimas. En marzo, descontando la inflación, las ventas de los súper cayeron 14,5% y las de los shopping 16,6% respecto de un año atrás. Pero, atención: respecto de febrero las ventas de marzo crecieron 14%. El dato tiene que ser tomado con pinzas. En el consumo marzo y febrero son meses estacionalmente muy distintos, difíciles de comparar. Y el fogonazo inflacionario de marzo puede haber abortado la mejora que haya habido, por el recorte que eso implica en la capacidad de compra de los hogares.

Habrá que esperar a ver los números de abrir para saber si las góndolas también vuelven a respirar.

Las ventas de electrodomésticos, en cambio, están estancadas. En el primer trimestre fueron 0,2% inferiores a las de un año atrás. Para lo que es la crisis argentina, parece una victoria.

La lectura de cada dato adquiere una relevancia clave mes a mes. Es mucho lo que está en juego. Si se llegara a confirmar un rebote de la economía, justo en un momento bisagra del año electoral, el programa de ajuste y reformas iniciado por la administración Macri podría tener sobrevida y determinar al futuro gobierno, sea del signo que sea.