¿Gobernar sería más difícil para Mauricio o para Alberto?
¿Gobernar sería más difícil para Mauricio o para Alberto?

Política esquina economía

¿Gobernar sería más difícil para Mauricio o para Alberto?

27/06/2019 | 10:12 |

Gobernar la Argentina de los próximos cuatro años va a ser difícil. Siempre lo ha sido. Y con más razón ahora: el gobierno que venga va a tener que completar el ajuste que Macri va a dejar iniciado.

Adrián Simioni

Sea Mauricio o Alberto el presidente (o cualquier otro), ninguno de los próximos presidentes van a poder eludir el ajuste que falta. Porque Argentina ya no puede emitir más pesos, subir impuestos, o vivir de prestado.

Incluso el que proponga terminar con la austeridad pactada con el FMI no va a tener con qué reemplazar al ese prestamista, el único que le quedó al país. En ese caso se impondría un “ajuste por las malas”, un ajuste de mercado, tal vez caótico, pero ajuste al fin. Por ejemplo, el más tradicional: inflación para licuar jubilaciones y salarios, la forma más sangrienta de reducir el déficit fiscal y promover las exportaciones.

¿Para quién va a ser más fácil gobernar este potro? ¿Para Macri o para Alberto?

Minorías

Fernández, 1

Es casi seguro que primero vamos a elegir cómo va a tener que gobernar el que venga y recién después vamos a elegir quién va a ser presidente. Porque en la primera vuelta, en octubre, va a quedar conformado la Cámara de Diputados. Y lo más probable, según las encuestas, es que al Presidente lo elijamos recién en la segunda vuelta, en noviembre.

La UCR, el PRO y la Coalición Cívica de Cambiemos tiene que renovar 47 bancas. El Frente para la Victoria, el massismo, los peronistas que arreglaron con CFK y sus aliados renuevan 71. Otros 18 son legisladores que han ido y venido. Muchos encuestadores dicen que si se votara hoy en la primera vuelta sacaría más votos la oposición. Entonces, es posible el Frente de Todos equilibre así el hecho de poner más bancas en juego. Al revés, Cambiemos podría sacar menos votos, pero arriesga menos legisladores.

O sea que el escenario de una Cámara Baja sin mayoría propia es el más probable. A menos que el kirchnerismo, al ganar, termine se devore para siempre al massismo legislativo. En el Senado, la holgada minoría de Cambiemos casi seguro continuará. Se renuevan los senadores de Chaco, Ciudad de Buenos Aires, Entre Ríos, Neuquén, Salta, Santiago del Estero, Río Negro y Tierra del Fuego.

En definitiva, Alberto tal vez tendría más poder en el Congreso que Macri. Eso le ayudaría a él si es Presidente. Y complicaría mucho a Macri en un segundo mandato: en el ajuste, no habrá mucho para darles a los gobernadores a cambio de respaldo.

Macri 1

¿Quién tendría el poder en en eventual gobierno K? La cuestión no es menor. Si es presidente, Alberto F. tendrá la lapicera. Pero al liderazgo lo tendrá Cristina. Y al mando sobre la bancada de Diputados, con La Cámpora monopolizando las candidaturas, también. 

La cuestión ya empezó a dar que hablar. El lunes, Alberto F. ya se sintió en la obligación de aclarar cosas como: “Al gobierno lo voy a armar yo” o “El que va a presidir soy yo”.

Cristina F. será una sombra. A menos que ya tengan pactado algo que hoy no es más que una teoría que sobrevalora la capacidad de los políticos de anticiparse: que Alberto F. se haga cargo del ajuste si es que puede y luego le deje patear los penales a CFK. Los fanáticos de House of Cards ven también conspiraciones de La Cámpora y a un Alberto que hace lo que manda el manual de los políticos y traiciona el dedo que lo designó para quedarse con el poder.

En cualquier caso, es un tema con el que tendrá que lidiar él. No Macri.

Fernández 2

Lo que es una desventaja para Alberto F. también puede ser una ventaja. Los mismos sectores estatales, progresistas, piqueteros, universitarios e intelectuales que podrían hacerle la vida imposible a la segunda fase de un ajuste macrista podrían ser mucho más mansos con un ajuste de Alberto F. si Cristina F. les hace una señal. O al menos Alberto F. podría aprovechar unos primeros tiempos de desconcierto. Como pasó en cierto modo con Menem en 1989.

No es lo que le sucederá a Macri. Si Macri gana, todos estos grupos, con mucho para perder en una racionalización del Estado y las áreas de la Seguridad Social, no tendrán dique de contención alguno. Los ajustes pueden ser más fáciles de hacer para los “traidores” que para los “oligarcas” que dicen de frente que lo van a hacer.

Macri 2

La corrupción. Qué tema. Tampoco la podrá eludir Alberto F. si llega a ser presidente. Es inimaginable qué pasaría si, con él en la Casa Rosada, siguen lloviendo citaciones y eventualmente condenas, para CFK, sus hijos y las decenas de exfuncionarios, testaferros, lavadores y cobradores y pagadores de coimas que ya tienen los dedos pintados.

Los decomisos, embargos y condenas en las que ya avanzó la Justicia muestra que una vasta red de corrupción funcionó durante los tres gobiernos kirchneristas. Y muchos de los hechos adquieren una consistencia que no es la de las fotocopias. El exsecretario de Obras Públicas, José López, ya condenado en primera instancia, es tal vez el máximo símbolo. Dejó su poderosa oficina el mismo día que CFK dejó la suya.

Alberto F. no va a poder eludir el punto. Tendrá que gobernar con una vice sospechada. Para el exotismo argento puede ser normal que elijamos en la fórmula presidencial a alguien que ya tiene 13 causas judiciales en su contra y siete pedidos de prisión. Pero en el mundo eso será muy difícil de explicar.

¿Qué hará Alberto F? Una alternativa es que presione a los jueces en forma explícita, como ya lo hizo. Sería tremendo. La otra es que los presione sin que nos demos cuenta. Sería imposible. La tercera, es que los propios jueces y fiscales guarden violín en bolsa y decreten que la corrupción es legal. Sería vergonzoso.

En cualquier caso, sería no una piedra en el zapato. Sería una roca gigantesca sobre su eventual gobierno.