El sexto garrotazo a Maduro

Política esquina economía

El sexto garrotazo a Maduro

04/02/2019 | 11:25 |

Un legislador propuso prohibir la actividad en las esquinas de Córdoba. Le llovieron las críticas. El encanto de pagar impuestos para que te presionen en las esquinas.

Adrián Simioni

Desde que hace apenas 10 días el titular del Congreso venezolano, Juan Guaidó, se autoproclamara presidente del país con apoyo de todo el arco opositor, su colega imposible, Nicolás Maduro, no ha dejado de recibir sopapos.

El último es lo que está sucediendo este martes: las declaraciones en cadena de los países europeos más importantes reconociendo a Guaidó como primer mandatario del país. Estos países le habían dado un plazo de 8 días a Maduro para que convocara a elecciones limpias. Y el sucesor de Hugo Chávez dejó pasar esa liana hacia a alguna puerta de salida. España, Alemania, Francia, Reino Unido, Suecia, Austria, Portugal, Holanda y Dinamarca acaban de desconocerlo como presidente. 

Es el sexto garrotazo mayor que sufre Maduro desde que Guaidó lo sorprendió y le ganó la iniciativa política.

Uno
El primer golpazo fue el inmediato reconocimiento a Guaidó apenas se autoproclamó por parte de Estados Unidos y de la mayor parte de los países de peso de América latina, con la excepción de México, Cuba, Uruguay y Bolivia. 

Dos
El segundo fue la constatación de que el madurismo perdió el control de la calle, algo con lo que el chavismo siempre buscó taparle la boca a la oposición. Intentó responder a las masivas manifestaciones opositoras que han colmado numerosas oficiales con marchas oficialistas. Pero pese a que retiene el control de la gigantesca administración pública, sus respaldos lucieron siempre minoritarios.

Tres
El tercero fue que Estados Unidos –deplorado por el chavismo pero el único que le paga y le paga al contado el petróleo desde hace muchos años– decidió que sus empresas podrán seguir haciendo negocios con la petrolera estatal PDVsa, pero que los pagos deben ir a cuentas que administrará Guaidó, no Maduro. Además, le congeló otros activos.

Cuatro
Se habló menos del cuarto golpe. El corte del chorro de dólares estadounidenses forzó de inmediato a Maduro a devaluar y abandonar el tipo de cambio fijo. Hace años que no le alcanzaban los dólares para mantener este esquema que obligaba a todo el mundo a ir a rogarle dólares, pero ahora ya no tiene nada. De este modo, Maduro cedió la última posibilidad de soñar con algún tipo de control para una economía incendiada en la hiperinflación. El que quiera importar debe encontrar los dólares como pueda a valores estratosféricos. Y trasladarlo a los precios, ya estratosféricos.

Cinco
El quinto rebencazo se lo dieron los amigos. Maduro confiaba en que el respaldo de declaraciones políticas por parte de China y en particular de Rusia se traduciría en algún tipo de auxilio económico. Al menos para redireccionar los envíos de petróleo de Estados Unidos a esos países. Pero los gobiernos enviaron señales inequívocas. China ya le prestó 50 mil millones de dólares que están garantizados en petróleo que PDVsa extrae cada vez en menor cantidad. Rusia le dijo que esperaba que pagara en tiempo y forma un vencimiento inminente de 100 millones de dólares. Las petroleras protoestatales de los dos países también dijeron “no”. La más dura fue la rusa Lukoil, que le cortó el crédito: dejó de venderle a PDVsa combustibles que ésta necesita para mezclar con los suyos para mejorarlos dado el carácter pesado del crudo venezolano.
Jamás había estado tan solo Maduro, recostado sólo en la lealtad de la cúpula chavista de las fuerzas armadas, donde han quedado congeladas todas las miradas, ahora más que nunca.