El plan Súper Cerca, casi una rendición

La tercera es la vencida. El gobierno de Alberto Fernández largó ayer su tercer plan de control de precios de cierta envergadura, al menos para merecer un nombre oficial. Estuvo el plan Precios Cuidados, el plan Precios Máximos y, ahora, el plan Súper Cerca.

El plan es casi una rendición conceptual. Precios Cuidados continúa, pero ya muy desdibujado. El costo de sus productos a esta altura tiene la flexibilidad de un chicle y una cobertura limitada a los grandes supermercados y grandes ciudades. Los Máximos acaban de pasar a mejor vida.

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Ahora, los "precios Cercanos" vuelven a ser fijos, al punto de que estarán impresos en las propias etiquetas. Pero con un alcance limitado. Serán apenas 70 productos, el 10% de los Cuidados.

Además, no parten de ser precios muy bajos. El gobierno asegura que algunos productos de la lista arrancan siendo 7% más baratos que los que tenían hasta hoy. Incomprobable. En cambio, nuestro compañero Guillermo López comparó los 16 productos del módulo que ofrece el Centro de Almaceneros de Córdoba y adivinen qué: son 13% más baratos que los mismos 16 productos del Súper Cerca.

También vuelven los productos Pindonga y Cuchuflito, como llamaba Cristina Fernández a las segundas marcas que el macrismo había incluido por primera vez en los Cuidados y que la gestión de Alberto volvió a ningunear. Ahora, entre los 70 productos casi no hay primeras marcas.

Tampoco tienen pretensión de eternidad. El plan tiene fecha de vencimiento, como los yogures: se termina en diciembre. O sea, es estrictamente para llegar a las elecciones. Caramba. Si serán odiosos. Si estos rebusques sirven para frenar la inflación, ¿por qué entonces no eternizarlos, fijarlos por una década, incluso por qué no ponerlos a precios aún más bajos y así garantizar para siempre la felicidad del pueblo en todos los confines de la Patria?

Bueno, parece que estos circos, en realidad, no sirven. Hasta los funcionarios encargados del tema dan la impresión de que este tercer gran intento los agarra cansados y lo empiezan a reconocer. La secretaria de Comercio, Paula Español,acaba de decir que "no se le puede pedir a un programa específico (como el Súper Cerca) que funcione como barrera de contención de la inflación". Mirá vos. Es la obviedad que viene diciendo todo el mundo desde hace años; que el sol de la inflación no se puede tapar con las manos.