Dale gas: la revolución posible en la mitad oeste de Córdoba

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Dale gas: la revolución posible en la mitad oeste de Córdoba

19/02/2019 | 07:24 |

La lejanía de los puertos es un gran incentivo para industrializar los productos del campo. Pero la llegada del gas le mete fuego: el costo de la energía cae en hasta dos tercios.

Adrián Simioni

Gastaldi Hermanos es una importante industria agrolimentaria del departamento Juárez Celman, en el corazón de la pampa cordobesa.

Está por cumplir 90 años y tiene gas natural en su planta de General Deheza y está por tenerlo en su nueva planta del parque industrial de la misma ciudad.

Ellos saben lo que es industrializar alimentos con gas o sin gas: “Depende de cada actividad y de los contratos que uno logre hacer con los proveedores, pero, en general, el gas natural cuesta un tercio del gas licuado que de los zepelin; puede llegar a costar un cuarto incluso”, cuenta Luis Macario, director de la firma.

Puede parecer poco, pero no lo es. En una actividad como el blancheado del maní (el proceso que le quita la “piel”), el costo del gas puede ser igual a los salarios, la electricidad y el resto de los costos operativos juntos, si es gas licuado; si es natural, ese costo se reduce a un cuarto del total.

Gas y kilómetros

El caso del maní es sólo uno, y sirve para imaginar el impacto que pueden llegar a tener a mediano y largo plazo los gasoductos troncales y regionales que desde 2015 han llegado a 210 localidades del interior provincial. Por primera vez, un tercio del territorio, que desde siempre produce granos y carnes de todo tipo, lácteos, aceitunas, papas, garbanzos o cualquier cosa que uno imagine, tendrá disponible la energía más barata de todas para poder industrializar esos bienes.

Puede ser una revolución. El mayor impacto tal vez se sienta en el noroeste, el oeste y el suroeste cordobés. El maíz en los puertos santafesino vale lo mismo para todos. Pero trasladarlo desde Santa Fe se lleva el 15% de los costos totales, mientras que hacerlo desde Córdoba implica gastar el 23% del costo total, según promedios territoriales estimados por Fada.

La conclusión es clara: cuanto más lejos hacia el oeste se está de los puertos, más se ahorra si, en lugar de trasladar los voluminosos y pesados granos, se los transforma en el lugar en bienes más livianos y de mayor valor agregado.

Como los diques de Sabattini

Siete de los gasoductos tendidos en las zonas más alejadas de los puertos engarzan a casi 90 pueblos. Allí viven alrededor de 200 mil personas. Son las zonas menos densamente pobladas. ¿Los ductos pueden llegar a frenar la sangría demográfica? No por sí solos. Hacen falta las inversiones. Hace falta que al campo el resto de sociedad deje de confiscarle un quinto del valor bruto de su producción todos los años y que ese excedente deje de ir a construir departamentos de escasa renta en burbujas como la de Nueva Córdoba. Pero, si eso sucediera, es probable que estemos ante un impacto similar al que tuvieron los diques de Sabattini o la expansión de la red eléctrica.

Leche en Canals

Rubén Borello, director de Infraestructura de la Provincia da ejemplos. Uno, muestra cómo el gas puede ayudar a sostener industrias. En Canals, Mastellone tiene su planta de quesos duros más grande en el país. El grupo atravesó serias dificultades hasta el año pasado. Ahora, los cuatro millones de pesos al mes que esa planta demanda en fuel oil podrán reducirse tal vez a la mitad.

Alfalfa para Arabia

Otro ejemplo exhibe el impacto en actividades menos tradicionales. En la comuna de San Vicente, cerquita de Villa Dolores, está Fondomonte. Se dedica a producir alfalfas de alta calidad que exporta a tambos y haras de Arabia Saudita.

Es de los mejores lugares del mundo para la alfalfa: han hecho hasta 11 cortes anuales. Pero para que la calidad sea óptima hay que secarla parcialmente. Allí también el gas natural reemplazará al zepelin y haciendo aún más competitivas esas exportaciones.

Fierros también

No sólo agroindustria. En Arias, en el sudeste provincial, la fábrica de cabezales Maizco y la fábrica de acoplados jaula para camiones HF tienen sendas plantas de pintura que hoy insumen gas licuado y pasarán a consumir gas de red.

Los ejemplos son múltiples (y eso que quedó afuera el turismo, otro sector muy impactado por el gas). Todos señalan lo mismo: más allá de la crítica coyuntura recesiva e inflacionaria actual, el afianzamiento, el crecimiento o la instalación de empresas agroindustriales puede cambiar la historia.

Si Argentina va a transformarse en un supermercado del mundo, si alguna vez va a dejar de quemar todo su capital en los puertos, si quiere frenar las emigraciones de pobres a urbes cada vez más pobres y retener poblaciones que se enriquezcan en el interior, tiene en el oeste, norte y sudoeste cordobés el mejor de los laboratorios. Y no hará falta mucho tiempo: viviremos para saber si el experimento sale bien o no.