Chile y Perú, por caminos divergentes

Después de décadas, la inflación amenaza con reaparecer en muchos países. Es que, por la pandemia, todos los gobiernos del mundo tuvieron que largar más dinero a la calle para ayudar a los que no podían trabajar y para activar la economía. Ahora, el exceso de dinero se siente. Y hay que recoger el barrilete. Los bancos centrales tienen que comenzar a absorber el dinero que antes volcaban al mercado.

Para ningún gobierno es fácil encarar estas fases de ajuste. Y no todos están haciendo lo mismo. En la región tenemos dos ejemplos claros: Chile y Perú.

En Chile, el Banco Central se mantiene firme en su defensa de la moneda. Pero la amenaza de expandir el dinero viene de los diputados. Una mayoría populista -en un Chile políticamente inestable tras la crisis de 2019 y que está en proceso de redactar una nueva Constitución- autorizó que los chilenos retiren ahorros del sistema previsional por cuarta vez. 

El gobierno advierte que, tras la cuarentena, los chilenos ya tienen mucho dinero en los bancos, que el desempleo bajó y que el Estado da más ayuda. Y que el beneficio de gastar ahora el ahorro para la jubilación futura se va a pagar con más inflación o con tasas de interés más altas que ordenará al Banco Central para frenar la inflación.

En Perú, la tremenda crisis política del país que terminó con la elección, hace dos meses, del hiperpopulista Pedro Castillo, no se ha traducido en descalabro macroeconómico. Castillo estaba muy presionados por los sectores más radicalizados de su alianza para que dar rienda suelta a la demagogia. Pero Castillo se los está sacando de encima. Esta semana hechó a su jefe de Gabinete y a buena parte de sus ministros, pero ratificó, otra vez, a Julio Velarde, que ha presidido el Banco Central desde 2006. Velarde ha sobrevivido a 7 presidentes que se comió la crisis política, y con Velarde sobrevivió también el control de la inflación. Hoy, el sol peruano es una de las monedas más confiables de América. Y Castillo parece decidido a no tirar todo eso por la borda.