Bioceres: la protagonista bonita de un thriller bien argento

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Bioceres: la protagonista bonita de un thriller bien argento

21/03/2019 | 07:56 |

La empresa biotecnológica más importante del país salió a buscar inversores en Estados Unidos. Y tuvo que advertirles de los riesgos que tienen que estar dispuestos a enfrentar. 

Adrián Simioni

Bioceres es la suma de todo lo más bonito que queremos que exista en la Argentina.

A la sociedad anónima la fundaron 23 productores agropecuarios en Rosario, en diciembre de 2001, 10 días después de que se estableciera el corralito.

El país era un infierno, pero los 23 eran unos pioneros que ya venían forzando las cosas desde Aapresid, la asociación de productores técnica y empresariamente más modernos del país.

Hoy sus socios son unos 350. Casi 300 productores pero también grandes empresas y organismos públicos.

¿Qué hicieron los de Bioceres? Consideraron que para que el agro tenga valor tiene que producir con conocimiento. Lo aprendieron con la soja RR y la siembra directa.

La historia es tan rosa que en este esfuerzo asociativo confluyeron investigadores del Conicet y de la Universidad Nacional del Litoral, que aislaron un gen que le permite al girasol adaptarse desde siempre a la sequía.

Y se lo “pusieron” a la soja y al trigo. ¡Y funciona! El Conicet calcula que si la soja resistente a sequía se hubiera implantado en la implacable sequía del año pasado, la cosecha de 15 millones de toneladas hubiera sido de 19.

Ahora falta aprobar los usos en el país y en otros países y encarar el esfuerzo gigante de comercializar en el mundo. Y el del gen de la sequía es sólo una de las cosas en las que está Bioceres.

Semejante capital no está en Argentina. Así que Bioceres planificó desde hace años cotizar en la Bolsa de Nueva York para captar capitales. Cosa que logró hacer desde el viernes pasado luego de dos intentos previos que se llevó puestos la inestabilidad argentina.

Todo muy bonito. El problema es la enorme dificultad que enfrenta una empresa Argentina -aún si tiene garra, talento, planificación, capacidad asociativa y aguante para el largo plazo- para hacer lo que hay que hacer en la película de suspenso que es la Argentina.

En ese sentido, la kilométrica presentación que tuvo que hacer Bioceres ante la Securities and Exchange Comission (SEC) de Estados Unidos es un compendio del thriller que es la Argentina para una empresa.

La SEC (como la CNV en Argentina) tiene que regular y vigilar los sistemas de cotización pública para promover la confianza sin la cual es imposible invertir en proyectos dirigidos por alguien distinto al dueño del capital.

Así que hay que contarle la verdad. Entre ellas, hay que advertir a los potenciales inversores de los riesgos a que se enfrenta quien, como Bioceres, quiere cotizar en el mercado.

Miren algunas, sólo algunas, de las advertencias que tuvo que hacer Bioceres en 43 páginas abigarradas y que no tienen que ver con desafíos de la compañía en sí, sino con el entorno político y económico.

Gremios, jueces, patentes y presupuesto

Proteger la propiedad intelectual es difícil en varios países y también en Argentina porque la ley permite a los productores evadir el pago de royalties si mantienen parte de su propia cosecha como semilla, y hay datos que muestran que muchos la comercializan a terceros como si fuera propia.

Además, cambios legales en 2015 complicaron seriamente la posibilidad de patentar varias categorías de inventos agropecuarios.

Sin embargo, aunque el cobro de royalties no es seguro, la ley argentina puede determinar que Bioceres enfrente la obligación de pagarles a sus empleados por desarrollos e inventos, aún si los empleados han negociado ese derecho con la compañía.

La lentitud de la Justicia y sus infinitos laberintos también pesan. Bioceres advierte que parte de las acciones de Rizobacter, una empresa argentina de microbiología que adquirió, arrastra un conflicto judicial desde 1995 por una disputa accionaria de los dueños de entonces que podría dar lugar a una sentencia en contra por 17 millones de dólares.

Aunque la Corte Suprema falló en contra de los demandantes, éstos consiguieron una medida precautoria en otro tribunal, por lo que el caso no termina de cerrarse.

Parte de los ingresos de Bioceres son fondos para investigación del presupuesto nacional. Y no se puede garantizar que sigan existiendo, lo que obligaría a cambiar el modelo de la compañía.

Bioceres remarca que hay una disputa sindical para reclamar la sindicalización de empleados. En otros términos, Bioceres advierte que los camioneros de Hugo Moyano y los ruralistas de Uatre.

Paren de devaluar

La macroeconomía es el otro gran cuco. Bioceres advierte que en 2015 el peso se depreció 52%; en 2016, 22%; en 2017, 18% y en 2018, 104%.

Semejante descalabro dificulta desde los cálculos financieros y patrimoniales que se presentan en el propio informe a la SEC, advierte Bioceres al propio organismo, y puede alterar de raíz la ecuación económica de la empresa así como forzar dificultades para cumplir con vencimientos de deuda, como ha sucedido con numerosas empresas.

También implica problemas impositivos. Porque en Argentina no está habilitado el ajuste por inflación para el pago de impuestos en los mismos términos que en otros países, “lo que podría afectar las declaraciones financieras de nuestra subsidiaria argentina, sus resultados operativos y su condición financiera”.

Recuerdos de Axel, Moreno y Macri

Advierte Bioceres que el tradicional intervencionismo argentino podría afectarla, con cosas que ya han sucedido. Y ejemplifica:

1- La remoción por decreto de directores y ejecutivos de YPF por parte de Cristina Kirchner en 2012 y la expropiación determinada entonces por el Congreso.

2- Los cambios en el mercado de capitales votados por el Congreso en 2013 que permitieron a la CNV designar observadores con capacidad de veto en empresas cotizantes y, llegado el caso, la capacidad de suspender a los directorios completos.

3- En 2014 los Kirchner habilitaron por ley al gobierno a intervenir en ciertos mercados si consideraba que alguien trataba de imponer precios o limitar la oferta. Esto valía para bienes, servicios y servicios públicos. El gobierno puede ordenar la venta, producción y distribución de esos productos.

4- En mayo de 2016 el Congreso prohibió el despido de empleados por seis meses, en una ley que luego vetó el presidente Macri.

5- Todo rápido: el 8 de noviembre el Banco Central elevó abruptamente los encajes, pero el 1 de enero revirtió esos cambios.

6- El 12 de noviembre del año pasado el Gobierno obligó por decreto a las empresas a pagar un bono no remunerativo a todos sus empleados.

7- El año pasado el Banco Central cambió de raíz el sistema cambiario al permitir la flotación de divisas entre bandas, luego de haber gastado miles de millones de dólares en tratar de contener la cotización del dólar.

Además, elecciones

Por si faltara algo para que los inversores internacionales esto les parezca el laboratorio de economistas dementes, están los riesgos políticos.

Dice Bioceres: “La mayoría de nuestros activos están localizados en Argentina. Por ende estamos sujetos a incertidumbres políticas, incluidas expropiaciones y nacionalizaciones; o sujetos a renegociaciones o anulaciones de contratos, aunque el actual gobierno no ha tenido un enfoque intervencionista”.

“No podemos asegurar a nuestros inversores que estas y otras medidas puedan tomarse en el futuro como respuesta al malestar social, como cambios en las políticas impositivas, negociaciones forzadas, regulaciones que afecten inversiones extranjeras y el comercio internacional”.

Luego de enumerar reformas y leyes favorables en términos generales a la normalización económica y a la inversión por parte del gobierno de Macri, el documento remarca que la coalición gobernante no tiene control de ninguna de las cámaras del Congreso, ni siquiera después de ganar las legislativas de 2017.

Y remarca que no hay certezas sobre quienes se presentarán como candidatos en las presidenciales de este año ni sobre quién podría ser el ganador.

Esa incertidumbre política deriva en riesgos concretos que podrían enfrentar los dueños de Bioceres. Que van desde nuevas manipulaciones al sistema estadístico como las de 2007 a 2014, que podrían limitar el acceso al crédito de las empresas, pasan por la continuidad de la inflación y la falta de acceso del Gobierno al mercado internacional de crédito, lo que podría afectar la condición financiera de toda la economía. También alude a muy concretos cambios impositivos, como un incremento en retenciones y aranceles al comercio exterior, la implementación de controles de capitales, el aumento de salarios por decreto, la determinación de impuestos sobre la venta de acciones de empresas como Bioceres y la posibilidad de que los tenedores extranjeros de acciones de Bioceres deban pagar impuestos diferenciales.

La lista de precauciones es interminable.

Si tiene una utilidad mencionarla es para darse una idea de las agallas que hay que tener hoy, en Argentina, para intentar la utopía de un capitalismo moderno, para crear empresas que sean la avanzada en la creación de riqueza basada en los recursos naturales y el talento de las personas.