Argenzuela no existe, pero que la hay, la hay

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Argenzuela no existe, pero que la hay, la hay

28/12/2021 | 13:21 |  

Adrián Simioni

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Argenzuela no existe, pero que la hay, la hay

Agitar el fantasma de que el kirchnerismo está llevando a la Argentina a un régimen como el venezolano puede ser errado. Pero hay algunas cosas que parecen calcadas. Una, es la destrucción del sector privado en la que está embardado el gobierno.

Un ejemplo: por más de una década el Estado ha saqueado la capacidad de reinversión del agro, confiscando la renta con retenciones que ningún otro país cobra. Consecuencia: estamos llevando a la irrelevancia al sector privado más desarrollado. Los números son claros. En 10 años la cosecha de soja argentina aumentó 10%. La de Estados Unidos aumentó 30%. La de Brasil se multiplicó por 11.

Otro ejemplo: algunos de los dueños de las petroleras privadas argentinas tuvieron que pagar el impuesto a la riqueza. El 25% de lo que pagaron se lo lleva su competidora, YPF. O sea: la estatal YPF invierte a costo cero con plata que le tienen que regalar sus competidores. ¿Quién va a hacer inversiones privadas con ejemplos como este?

Otro caso que ya hemos comentado acá: el gobierno saca un decreto que impide a las dos únicas aerolíneas privadas que quedan competir con Aerolíneas Argentinas. Les impide de hecho brindarse sus propios servicios en tierra, les permite operar sólo rutas que antes haya desechado Aerolíneas Argentinas y, lo más insólito, les prohíbe vender pasajes más baratos. Encima las privadas no pueden perder plata porque quiebran, pero Aerolíneas Argentinas no porque total nos obligan a todos a regalarle 700 millones de dólares al año.

El último caso es de hoy. El gobierno controla las cuotas ue cobran las empresas de medicina prepaga a sus clientes y sólo permite subas por detrás de la inflación. En algún punto, las prepagas ya no pueden pagar lo que necesitan cobrar las clínicas para cubrir la inflación. Las obras sociales sindicales, en cambio, aumentan sin control alguno lo que les cobran a sus afiliados, porque el aporte a la obra social sube automáticamente con el aumento de sueldos. No sólo eso. Mientras el Estado intima a las prepagas para que paguen con lo que pueden cobrar, a las obras sociales sindicales les acaba de repartir 4.500 millones de pesos para que puedan pagarles a sus proveedores, es decir a las mismas clínicas que no pueden cobrar de las prepagas porque el gobierno pisa las cuotas.

Son cuatro ejemplos de Argenzuela, donde el kirchnerismo avanza, no sabemos si a propósito o no, con un plan sistemático para desaparecer al sector privado.

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