Cómo reivindicar a golpistas mientras celebrás la democracia

La quinta pata del gato

Cómo reivindicar a antidemócratas celebrando la democracia

11/12/2020 | 10:19 | Los 37 de la democracia, casi inadvertidos. Y en el acto oficial por el Día de los Derechos Humanos se aplaudió a Montoneros, la orga que sembró terrorismo contra un gobierno votado.

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Es asombroso cómo las cosas pueden darse vuelta si uno les busca la quinta pata. Mirá lo que pasó ayer.

Como se sabe, ayer, 10 de diciembre, se cumplieron 37 años de la restauración democrática. No parece, pero ya es el segundo período constitucional más largo de nuestra historia, después de los 50 años que mediaron desde 1880 hasta el golpe militar contra Yrigoyen en 1930. Sin embargo, un acto oficial que desarrolló ayer el gobierno nacional terminó celebrando exactamente lo contrario a una reivindicación de la democracia.

Por empezar, el gobierno no conmemoró ayer la recuperación democrática sino el Día Internacional de los Derechos Humanos, lo cual está muy bien. Las fechas coinciden porque el 10 de diciembre de 1948 las Naciones Unidas firmaron la declaración universal de los derechos humanos. Se festejó eso.

Lo curioso es lo que sucedió allí. El kirchnerismo conmemoró el día en la Esma y, como siempre, lo hizo como si la bandera de los derechos humanos le perteneciera. Celebran entre ellos. Estaban Cristina, Alberto, los organismos de derechos humanos que les pertenecen y poco más. Lo cual es curioso, porque en 1983 muchísimos de quienes estaban allí, por ejemplo Cristina, votaron por el candidato a presidente del PJ, Ítalo Luder, que había anunciado que no iba a derogar la autoamnistía de los dictadores. O sea: si hubiera sido por el voto de la vicepresidenta, los juicios a las juntas que impulsó Alfonsín nunca hubieran sucedido, al menos no de ese modo. Tal vez por eso hoy sobreactúan y se han apropiado de esa fecha.

Pero el problema no es esa hipocresía. En el acto se entregaron premios a militantes de derechos humanos. Una de las premiadas fue Ángela Paolín, una mujer de mucha trayectoria en los organismos de derechos humanos, que hoy tiene 89 años y que sufrió una tragedia inconmesurable: sus dos hijos fueron desaparecidos de la dictadura.

El tema es que esta señora, al hacer uso de la palabra, transformó la conmemoración en un acto partidario y en una reivindicación de Montoneros. “Estoy segura que los más de 5.000 compañeros que pasaron por este lugar, hoy están en el cielo junto a Néstor”, dijo. Y remarcó que “todos los que pasaron por este campo eran peronistas y montoneros”. Quienes la escuchaban, incluidos el presidente y la vicepresidenta, estallaron en ese momento en un prolongado aplauso.

Otra vez, a nadie parece importarle un hecho fundamental: Montoneros fue una organización terrorista que, en plena democracia, utilizó el asesinato, el secuestro, la extorsión y el robo, entre otros delitos, para apretar a un gobierno democrático que los propios montoneros habían votado. La violencia y el caos que Montoneros sembró fue una de las causas del golpe de 1976.

Conmemorar a las víctimas del terrorismo de Estado no debería transformarse en una reivindicación de otros terroristas que apelaron al crimen político para golpear al régimen democrático. Sin embargo, eso es lo que volvió a suceder ayer. Justo en el aniversario 37 de la modesta e imperfecta democracia argentina. Con el aplauso del presidente y de la vicepresidenta.