Un thriller atrapante con una actuación magistral en Netflix

Por Francisco Vidal

"Culpable", una de las películas estreno más vistas de la semana en Netflix, es un intenso thriller con un Jake Gyllenhaal que logra un papel magistral como un telefonista del 911 que atiende un secuestro. 

Con las fuerzas copadas por los incendios en California, el agente Joe Baylor (Gyllenhaal), degradado en la fuerza por un episodio que vivió, recibe llamados en lo que parece ser un día normal. Hasta que una joven lo cambia todo.

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Desde el otro lado de la línea, la chica le hace entender que está secuestrada en una van y él hará todo lo posible para salvarla. 

La película fue dirigida por Antoine Fuqua a partir de un guión de Nic Pizzolatto, creador de la aclamada serie "True Detective". Es una remake de una película danesa homónima de 2018 dirigida por Gustav Möller.

Quizás con la carencia de un momento de potencia máxima, el film da una vuelta de tuerca muy interesante sobre el final que descoloca al espectador.

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Gyllenhaal brilla y lo expresa con todo su cuerpo: tiembla, grita, se desespera. Una de las mejores cosas de la película es ver cómo este episodio por el que lo degradaron lo afecta en todo sentido: en su manera de ver, con ataques de asma y de pánico; está casi al borde del colapso.

El actor nos muestra a un hombre duro que está completamente conmovido por algo que le pasó -que iremos conociendo a medida que avanza el largometraje- y que busca canalizar sus demonios a través de la atención telefónica que brinda. Toma ese caso como si fuera el propio, descarga allí todo lo que le pasa y los problemas que tiene, entre ellos la separación con quien era su pareja y madre de su hija.

El protagonista juega entre la calma y el estallido, con la bronca que se acrecienta por la burocracia y la lentitud de las autoridades. Es en ese punto que la producción también plantea el abandono del sistema hacia ciertos integrantes marginados de la sociedad.

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Los espectadores descifran lo que pasa junto con el operador telefónico y lo curioso es que logra mantener la atención en casi un solo espacio, la central del 911. 

Para mostrarnos lo que pasa del otro lado, el director se vale de simples recursos como sirenas policíacas o alguna filmación de un vehículo, pero no más que eso. No le hace falta mostrar demasiado para contar.

“El culpable", como su nombre lo expresa, es una película sobre las decisiones y el poder de la culpa, todo dentro de una historia inquietante que garantizará un buen rato a quien la ve.