El horror de Guantánamo contado por una de sus víctimas

Capaces de sostener una prisión como la de Guantánamo en suelo extranjero, los norteamericanos suelen arreglar cuentas con la realidad a través de la ficción.The Mauritanian describe los padecimientos de un sospechoso de los atentados del 11 de Septiembre que es arrancando de su país, paseado por algunas cárceles extranjeras y recluído luego durante 14 años entre los muros de la Base Naval que Washington levantó en tierra cubana.

La película, dirigida por el escocés Kevin McDonald y protagonizada por el francés de origen argelino Tahar Rahim, está basada en el “Diario de Guantánamo”,  un minucioso registro que llevó durante su prolongado cautiverio Mohamedou Ould Slahi, un ciudadano mauritano, becado para estudiar en Alemania , que entra en el radar de la CIA por una llamada que recibe poco después de los atentados a las Torres Gemelas .

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Desde Fuga de Alcatraz a Milagro en la celda 7 pasando por Cadena Perpetua, el cine ha hecho historia de la buena con producciones que se desarrollan en una celda. Esta tiene el condimento extra de exhibir casi con impudicia que el país que siempre pretendió ser un ejemplo para el mundo libre, pulverizó todas sus convicciones después del primer ataque a su territorio.

The Mauritanian relata de manera descarnada el padecimiento de un hombre que no figura en los registros y que por años está desaparecido. No se formulan en su contra cargos por más que lo creen responsable de un crimen horrendo y sus captores alternan interrogatorios convencionales con torturas prolongadas.algunas tradicionales y otras  novedosas.

Jodie Foster interpreta a la abogada Nancy Hollander, una activista que por una circunstancia fortuita accede a la defensa del mauritano y que de a poco va desnudando la existencia de un sistema perverso que imposibilita cualquier intento de demostración de inocencia. Como es habitual en cada una de sus intervenciones, Foster brilla y ya obtuvo un Golden Globe como mejor actriz de reparto.

Al frente, en el rol del fiscal Stuart Couch, se encuentra el siempre eficaz Benedict Cumberbatch que tuvo en la historia del prisionero mauritano la confianza suficiente como para producir la película.En el reparto también figura como integrante de la defensa, Shailene Woodley, la joven actriz que pide a gritos un protagónico después de su celebrada intervención en Big Litlles Lies.