La escena tiene 32 años y plena vigencia.

El célebre orgasmo fingido

Cumplió 60 la autora de una de las escenas más jugadas

19/11/2021 | 09:42 | Fue Meg Ryan quien tuvo la ocurrencia que convirtió a "Cuando Harry conoció a Sally" en una película icónica, distinta y siempre vigente.

El tema de si es posible o no la amistad entre un hombre y una mujer está definitivamente superado, pero en 1989 todavía tenía gancho suficiente como para justificar una comedia brillante que haría historia por la ocurrencia de una de sus protagonistas. La escribió Nora Ephron, la dirigió Rob Reiner y la encabezaron Meg Ryan y Billy Cristal.

Estaban estudiando los guiones de “Cuando Harry conoció a Sally” y a Meg, la actriz que este viernes cumple 60 años, se le ocurrió que en la escena donde la pareja comparte un sandwich en el restaurante y discute acerca de si es posible o no fingir un orgasmo, lo mejor para respaldar su afirmación, era demostrarlo.

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Ignoraba entonces que lo que fue apenas una sugerencia se convertiría en una escena realmente icónica sobre la que se escribirían sesudos tratados de cine y de sexología. “Los hombres están seguros de que nunca les ha pasado a ellos , aunque algunas mujeres lo hayan simulado en algún momento”, afirma Sally sin convencer del todo a Harry que hasta ahí está más interesado en engullir su sandwich de pastrami que en el debate, al que amaga con ponerle fin cuando dice “¿no crees que se daría cuenta?”. Ella replica un breve y terminante “no” y él, con la boca llena, alcanza a comentar “tonterías”.

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El resto ya es historia, y de la buena. Ella lo mira sugerente, se acomoda el pelo y empieza su faena en medio de un restaurante lleno de comensales que, convocados por los sonidos que llegan de la mesa contigua, dejan de hablar y de comer para observar en detalle lo que está pasando.

Tan genial como la actuación de Meg Ryan es la de Billy Cristal que sólo puede mirar, estupefacto, a su compañera y masticar la comida que se ha llevado a la boca un segundo antes de que Sally decidiera ponerle el cuerpo a la demostración de su teoría.

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La escena completa dura 1 minuto 37 segundos y cierra de manera espectacular cuando la señora de la mesa de al lado, se dirige al mozo para informarle “tomaré lo mismo que ella”. Hay que decir que ese sensacional remate  tampoco formaba parte del guión original. Se le ocurrió a Billy Cristal y al director le gustó tanto que eligió a su propia madre para que le pusiera su rostro sorprendido y admirado y su voz a las 5 palabras que tanta risa generaron en la platea.

Antes y después de su perfomance más celebrada, Meg hizo “Top gun”, “Tienes un e mail”, “Sintonía de amor”, “Quiero decirte que te amo”, “Algo para recordar” y “Prueba de vida” por citar una parte mínima de una carrera plagada de éxitos, pero jamás logró un impacto como ese del día en que casi hace atragantar a su compañero.

El orgasmo fingido ocurrió en el Katz s Delicatessen, el restaurante ubicado en el 205 de East Houston de Nueva York que desde 1888 y hasta 1989 fue famoso por sus sandwiches de pastrami y que a partir de la película atrae a turistas de todo el mundo con la placa que reproduce el nombre del filme y un deseo: “Espero que vivas lo que ella sintió”.

A las multitudes que desde hace tanto tiempo disfrutan la comedia de Rob Reiner les debe parecer mentira que esa rubia  de mirada clara y divertida esté cumpliendo ya sus primeros 60. Con la mitad de su producción se podría escribir una completa historia de la comedia pero hay que decirlo, su ocurrencia más brillante sigue siendo aquella que permitió que jugara esa escena donde siempre será joven, apasionado e inspiradora.

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