AFA analiza implementar un ranking para clasificar a las copas internacionales

En la recta final del año, las miradas en el fútbol argentino se centran en la posibilidad de un cambio en el sistema de clasificación a las copas internacionales. La Asociación del Fútbol Argentino (AFA) evalúa modificar las reglas para asegurar la participación de los clubes "más grandes", como Boca y River, en la Copa Libertadores, lo que genera un debate sobre la justicia y la transparencia en el deporte.

La propuesta, que aún no ha sido implementada, consiste en crear un ranking basado en los puntos acumulados desde 2020, sumando también la participación en competiciones internacionales como la Libertadores y la Sudamericana. Lo que hicieron fue publicar en el boletín oficial de AFA esta opción que están analizando.

Según la AFA, este sistema tendría como objetivo clasificar a los equipos a las copas mediante un coeficiente que consideraría el rendimiento en los últimos años. 

Sin embargo, esto podría perjudicar a clubes que, a pesar de tener buenas campañas, no han participado en competiciones internacionales recientemente. Independiente, por ejemplo, está décimo en este ranking, lo que resulta en una injusticia.

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El debate se centra en si realmente hay un problema que resolver. Algunos críticos argumentan que la AFA busca soluciones a situaciones que no son problemáticas. La verdadera preocupación radica en la falta de clasificación de Boca y River, lo que podría afectar la venta de entradas y el interés en la Libertadores.

La AFA, al parecer, busca maneras de asegurar la presencia de estos clubes en las competiciones internacionales, lo que resalta una tendencia a favorecer a los equipos más poderosos.

La propuesta de un ranking para clasificar a las copas genera inquietud entre los aficionados y expertos del deporte. Es muy injusto, porque rompe con el espíritu esencial de cualquier deporte que es el premio y el castigo. La idea de premiar a los equipos por su rendimiento en el pasado, en lugar de por su desempeño actual, plantea serias dudas sobre la integridad del sistema.

El argumento de que el rendimiento de un equipo puede variar drásticamente en un periodo de cinco años también se presenta como un punto de crítica. Tomar cinco años en Argentina es una locura. Ya nadie ni se acuerda quién era su técnico en el 2020. La historia reciente del fútbol argentino ha demostrado que los equipos pueden pasar de estar en la cúspide a la mediocridad en un corto lapso de tiempo.

La situación actual recuerda a decisiones pasadas que buscaban proteger a los clubes más grandes. En el 85-86, Grondona inventó la B Nacional para frenar el crecimiento de los clubes de provincias y favorecer a los poderosos.

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