Cuando el presidente Sarmiento se enamoró de Córdoba

La presencia de la provincia de Córdoba en la agenda del presidente de la Nación Domingo Faustino Sarmiento durante su periodo de gobierno, entre 1868 y 1874, muestra sus más importantes proyectos con la creación del Observatorio Astronómico, la Oficina Meteorológica, la Academia Nacional de Ciencias, la ampliación de las vías férreas y la realización de la primera Exposición Agroindustrial del país.

Así, cuando se conmemoran este mes los 122 años de la muerte del político y educador sanjuanino en Asunción del Paraguay, el recuerdo de su paso por Córdoba subraya su profunda mirada progresista y visceralmente dirigida a preparar a los pueblos “para el uso de los derechos que hoy no pertenecen ya a tal o cual clase de la sociedad, sino simplemente a la condición del hombre”.

Fueron claves sus viajes previos por Europa entre 1845 y 1847, cuando visitó España, Italia, Alemania y Francia. En París recorrió con paciencia y gran interés una muestra industrial con lo más importante de la producción agropecuaria y fabril del Viejo Continente. Allí aprendió lo necesario para hacer algo semejante en la República Argentina, como se llamaba ya nuestro país desde 1860. Y apenas llegado a la presidencia, no tuvo ninguna duda: la provincia para la primera exposición Agro Industrial en nuestro país debía ser Córdoba. En Buenos Aires reclamaron que se hiciera allí, pero Sarmiento no cambió su idea. Incluso, la prensa cordobesa “criticó a Mitre porque fue la única de las grandes personalidades de entonces que no fue a visitar la gran exposición”. Para concretar su proyecto, Sarmiento llamó a su ministro de Justicia, Nicolás Avellaneda, y le indicó que redactara la documentación correspondiente a fin de convocar a productores de todo el país.

Tal como se describió en nota en esta misma página web de Cadena3.com en octubre de 2021, cuando se cumplieron 150 años de esa gran exposición, el éxito fue rotundo y posicionó a la provincia de Córdoba como capital agroindustrial de Argentina.

Para la organización, Sarmiento convocó a la Sociedad Rural Argentina creada en 1866 y representada en esta ocasión por entonces presidente, Eduardo Olivera, que tuvo un protagonismo clave. Se previó sumar tres grandes muestras: Ensayos de Maquinaria Agrícola, Parque de las Culturas Comparativas y Exposición Industrial de Artes y Productos Argentinos. Así, arados, trilladoras, segadoras y otras máquinas traídas desde Alemania, Estados Unidos e Inglaterra atrajeron sensiblemente la atención de los productores y estancieros locales, y muy pronto las incorporaron a sus campos.

El historiador Ricardo De Titto señala que la Exposición, que abrió el 15 de octubre de 1871 en el centro de la ciudad de Córdoba y donde hoy se levanta el Palacio de Tribunales, duró tres meses y participaron todas las provincias, naciones de Europa y América. El acontecimiento “revolucionó la vida política, social y económica de aquel momento, a pesar de haber padecido poco antes, una de las peores catástrofes del siglo XIX, con la terrible epidemia de cólera en Córdoba, especialmente en Villa María y otras zonas del interior, donde se calcula que hubo más de seis mil muertos, y a lo que se sumó la fiebre amarilla en Buenos Aires, que obligaron a retrasar toda actividad”. 

A su vez, unos meses antes, el 18 de mayo de 1870 fue posible poner el marcha el trazado del Ferrocarril Central Argentino de Rosario a Córdoba, de unos 400 kilómetros. Este proyecto comenzó a hacerse realidad en la presidencia de Justo José de Urquiza, siguió en la de Bartolomé Mitre y se consumó en la de Sarmiento. Y junto con estas instalaciones ferroviarias llegó un servicio de enorme importancia, el telégrafo.

Varios años antes de la larga visita del presidente Sarmiento a Córdoba, su opinión sobre la provincia se discutió varias veces. Fue en su niñez cuando el político sanjuanino conoció Córdoba. Los biógrafos escriben que entre 1821 y 1822, con apenas 10 años de edad, Sarmiento llega a esta Ciudad para intentar ingresar al Seminario Mayor “Nuestra Señora de Loreto” con la idea de estudiar para sacerdote.

Pero no logra hacerlo por motivos que nunca se conocieron y que él tampoco reveló.

Poco después en “Facundo o Civilización y barbarie” identificó a Córdoba como una provincia “deprimida, cerrada, clerical, jerárquica, conservadora (…) y hostil a las innovaciones revolucionarias”, según se plantea en el trabajo de investigación “Córdoba en el imaginario de lo nacional. La ciudad pensada por Domingo F. Sarmiento, Joaquín V. González y Juan Bialet Massé”, de Ana Clarisa Agüero, de la Universidad Nacional de Quilmes (2006). En esa misma publicación se cita a José Aricó quien advierte que cuando Sarmiento se manifestaba en ese tono severamente crítico con Córdoba “expresaba una opinión compartida por muchos".

Sin embargo, tiempo después, con casi 60 años y desde la presidencia, se mostró muy feliz entre los cordobeses tras elegir a Córdoba, como queda dicho, para algunos de sus más ambiciosos proyectos presidenciales.