El Hornocal luce a la Pachamama en todo su esplendor
El Hornocal luce a la Pachamama en todo su esplendor
El Hornocal luce a la Pachamama en todo su esplendor
El Hornocal luce a la Pachamama en todo su esplendor

#OperativoVerano2019

El Hornocal luce a la Pachamama en todo su esplendor

06/02/2019 | 15:07 |

La serranía, ubicada a 25 kilómetros de Humahuaca, convoca a locales y turistas atraídos por el increíble paisaje. Mirá las imágenes.

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La enviada especial de Cadena 3 al norte del país, Mica Rodríguez, visitó la serranía de Hornocal, una sierra ubicada a 25 kilómetros de Humahuaca, en la provincia de Jujuy, que atrae a locales y turistas por sus increíbles colores.

Forma parte de Yacoraite que se extiende desde la provincia de Salta, atraviesa la Quebrada de Humahuaca y continúa por el altiplano boliviano hasta Perú.​

El guía, inspirado por el momento y el lugar, recitó unas palabras del poema “No te rías de un coya”, de Fortunato Ramos, que emocionaron a toda la audiencia.

No te rías de un coya

No te rías de un colla que bajó del cerro,
que dejó sus cabras, sus ovejas tiernas, sus habales yertos;
no te rías de un colla, si lo ves callado,
si lo ves zopenco, si lo ves dormido.

No te rías de un colla, si al cruzar la calle
lo ves correteando igual que una llama, igual que
un guanaco,
asustao el runa como asno bien chúcaro,
poncho con sombrero, debajo del brazo.

No sobres al colla, si un día de sol
lo ves abrigado con ropa de lana, transpirando entero;
ten presente, amigo, que el vino del cerro, donde
hay mucho frío,
donde el viento helado rajeteó sus manos y partió
su callo.

No te rías de un colla, si lo ves comiendo
su mote cocido, su carne de avío,
allá, en una plaza, sobre una vereda, o cerca del río;
¿menos! Si lo ves coquiando por su Pachamama.

El bajó del cerro a vender sus cueros,
a vender su lana, a comprar azúcar, a llevar su harina;
y es tan precavido, que trajo su plata,
y hasta su comida, y no te pide nada.

No te rías de un colla que está en la frontera
pal lao de la Quiaca o allá en las alturas del abra del Zenta;
ten presente, amigo, que él será el primero
en parar las patas
cuando alguien se atreva a violar la Patria.

No te burles de un colla, que si vas pal cerro,
te abrirá las puertas de su triste casa,
tomarás su chicha, te dará su poncho,
y junto a sus guaguas, comerás un tulpo
y a cambio de nada.

No te rías de un colla que busca el silencio,
que en medio las lajas cultiva sus habas
y allá, en las alturas, en donde no hay nada,
¡así sobrevive con su Pachamama!