Selección argentina: volver a empezar

Opinión

Selección argentina: volver a empezar

04/09/2018 | 16:36 |

El número uno del mundo venció al austriaco Dominic Thiem por 0-6, 6-4, 7-5, 6-7 (4), 7-6 (5) en casi cinco horas de juego. Ahora, chocará ante el tandilense por un lugar en la final.

Jorge Parodi

La ilusión suele ser un combustible reciclable, que se nutre de la esperanza.

La decepción, en cambio, es una herida difícil de cicatrizar.
Necesita de tiempo y de estímulos que inviten a creer nuevamente.
Nuestro querido fútbol argentino necesita cambiar.
Como a las computadores, hay que resetearlo.
En definitiva, es tiempo de volver a empezar.
El Mundial del Rusia, fue para el fútbol argentino, un baño de realidad, un gancho al hígado a esa arrogancia tan Argentina.

Tenemos al mejor (Messi) es cierto, pero no somos los mejores.
Un jugador no salva a un equipo y una Selecciòn se construye desde abajo, desde las inferiores, con ideas claras y con un trabajo coherente.
Despuès la pelotita entra o no entra, pero esa es otra historia.
Estos 25 años sin títulos (desde la Copa Amèrica 93) no son obran de la casualidad.
El fútbol nuestro de cabotaje, de cada fin de semana, está enfermo de histeria, de improvisación, de violencia y de un exitismo extremo.

Nuestros dirigentes de AFA son mediocres, ventajistas y sospechosos de toda sospecha.
Nuestros estadios, en su mayoría, son viejos e incómodos y albergan sòlo a los locales, por razones de seguridad.
Concurrir a las canchas, suele ser una aventura y hacerlo en familia, casi una misión imposible.
Nuestros clubes sobreviven como pueden.
Nuestros hinchas incondicionales padecen de un virus intrafutbolero llamado barras bravas.
Nuestros técnicos, en general, son recitadores de partidos y equipos que solo ellos ven.
Nuestros jugadores se tiran de cabeza a cada pelota, para disimular el maltrato que le propinan cuando la tienen en sus pies.
Parte de la prensa termina de embarrarla con discusiones superficiales y bizantinas, que solo producen ruido, escándalos y confusión.
Con mensajes peligrosos, chabacanos e insustanciales.

Ha nacido una generación que Perio-Hinchas que comparten con los fanáticos la premisa de que “hay que ganar como sea”.
Ganar es sinónimo de éxito, el perdedor es un fracasado que debe ser exterminado con la crìtica.
Sostienen que hay que humillar al “enemigo” derrotado a fuerza de memes, solo porque es parte del folklore del fútbol.

En cuanto al juego, hinchas y periodistas aplauden a los que corren y meten, mientras condenan a los que intentan jugar bajo sospecha de “pechos fríos”.
En ese contexto es muy difícil ser los mejores, sería màs bien un milagro.
¿Seguimos siendo potencia mundial?
Sí, no tengo dudas, nuestro futbol sigue siendo competitivo, siguen naciendo grandes futbolistas que emigran cada vez más jóvenes.
En divisiones inferiores, falta el trabajo para detectar talentos en el interior del interior y se conjuga el verbo “ganar “antes que “jugar”.
Lo cierto es que, con la frustración del Mundial sin cicatrizar y la ilusión como derecho irrenunciable, comienza una nueva etapa.

En Estados Unidos la Selección se pondrá nuevamente en marcha, con dos amistosos para cumplir y empezar a evaluar jugadores.
Con Lionel Scaloni, con Walter Samuel, con Pablo Aimar conduciendo de forma interina.
Con el aval de haber sido alumnos de un tècnico docente y decentecomo José Nestor Peckerman.
Con la jerarquía de los Dybala, Los Lautaro Martínez, Los Mudo Vazquez, Los Alan Franco, Los Ascacibar, los Exequiel Palacios, Los Cristian Pavon, entre otros.
A la espera, tal vez, de la decisión de Messi sobre su continuidad o no.

Con la certeza inapelable que deberán darse cambios profundos en nuestro fútbol para que la ilusión no se convierta, una vez más en decepción.
Es imprescindible cambiar el contexto descripto, de lo contrario será muy difícil.
No podemos esperar toda la vida que Messi nos salve.
Debemos aprender, en el fútbol y en otros àmbitos más importantes, a construir en equipo sin depender del iluminado de turno.
Como las computadores, el fútbol argentino requiere resetearse.
Es tiempo de volver a empezar.