Anarquista

Bomba casera

Seguirá presa la anarquista herida en atentado en Recoleta

10/01/2019 | 18:20 |

La militante, Anahí Esperanza Salcedo, se negó a declarar este jueves en la causa por el intento de ataque a la tumba de Ramón Falcón y a la casa del juez Bonadio. Hay otras diez personas procesadas. 

La militante anarquista que resultó herida en noviembre pasado, al explotarle una bomba casera que planeaba detonar en el cementerio de la Recoleta, seguirá detenida tras negarse a declarar este jueves ante el juez federal Daniel Rafecas.

Se trata de Anahí Esperanza Salcedo, imputada en la causa que investiga a la organización que integraba por dos hechos: uno en la tumba de Ramón Falcón en ese cementerio porteño y el otro en la casa del juez federal Claudio Bonadio el 16 de noviembre último.

La mujer estuvo internada y fue trasladada a los tribunales de Comodoro PY 2002, porque el Cuerpo Médico Forense determinó que estaba en condiciones de prestar declaración indagatoria.

Salcedo se negó a hablar y Rafecas dispuso que siga detenida, informaron fuentes del caso. En la investigación ya están procesados otros diez acusados con prisión preventiva.

La causa está a cargo del juez federal Julián Ercolini, reemplazado en la feria judicial de enero por su par Rafecas, quien estuvo a cargo del trámite junto al fiscal Carlos Rívolo.

La acusación es por "estrago por explosión con peligro de vida de personas, tenencia ilegítima de explosivos y apología del delito".

El 14 de noviembre último, Salcedo y el ya procesado Hugo Rodríguez se dirigieron al mausoleo que guarda los restos de quien fuera jefe policial, Ramón Falcón, en el cementerio de la Recoleta y, entre las 17.10 y las 17.24, colocaron un artefacto explosivo que detonó y provocó daños en el lugar y adyacencias, además de lesiones a la mujer.

Ese mismo día, a las 19.20, otro de los detenidos, Marco Nicolás Viola, arrojó desde la vereda un artefacto explosivo casero al interior del perímetro de la casa de Bonadio, en el barrio porteño de Belgrano R, que fue descubierto antes de detonar.

Al procesar al resto de los acusados, el juez consideró "acreditado con el grado de probabilidad requerido para la etapa que se transita la existencia de una agrupación conformada cuanto menos por once personas, la que en pos de imponer sus ideas y combatir las ajenas, se vale de distintos medios a efectos de generar temor en la sociedad".