Las empresas en la crisis: se multiplican las pérdidas

En jaque

Las empresas en la crisis: se multiplican las pérdidas

13/11/2018 | 11:28 |

La industria alimentaria, muy golpeada. La devaluación ayuda a exportar, pero multiplicó el costo de cumplir con las deudas.

Adrián Simioni

En Argentina es muy difícil conocer qué pasa dentro de las empresas. Con industrias y comercios en general pequeños, que en décadas de inestabilidad han tenido que financiarse solas, y donde el mercado de capitales es raquítico, la mayoría de los balances no son públicos ni están sometidos al escrutinio de organismos que deben cuidar por la credibilidad de los negocios si se quiere que el público invierta en los mercados bursátiles, por ejemplo.

Sin embargo, los poco balances que se conocen de empresas que cotizan o que han tomado préstamos con pagarés que se pueden comprar y vender (como las obligaciones negociables) exhiben el golpe de la crisis.

La industria alimentaria ha  sido particularmente golpeada. Arcor perdió 6.247 millones de pesos en los primeros nueve meses del año. Molinos (del grupo Pérez Companc) muestra una cifra en rojo por 2.066 millones en el mismo período. Y Mastellone (La Serenísima) lleva perdidos 3.400 millones.

No son las únicas. Agrometal, la fabricante de sembradoras de Monte Maíz, tuvo caída de ventas del 35% en los primeros nueve meses del año. No es un problema de esa empresa sino del sector en general, cuyos clientes recibieron a principios del año el masazo de la sequía y que lo están cerrando con tasas de interés tan altas que financiar la compra de equipos se hace prácticamente imposible.

Caída del consumo

En el comercio minorista también hay dificultades. Un botón de muestra es La Anónima, la más importante cadena de supermercados de la Patagonia, que sólo entre julio y septiembre perdió 120 millones de pesos. Como en otros sectores, esta firma no está sola. El año se inició con la reestructuración de Carrefour en Argentina. La caída del consumo masivo a la par de la inflación y la pérdida de poder adquisitivo de los hogares ha impactado en todo el sector supermercadista.

Ledesma es una industria dedicada a la producción de papel, azúcar y limones, entre otras cosas. El balance que cerró en mayo arrojó pérdidas por 1.600 millones de pesos, ocho veces más que en el período anterior.

Las diversas situaciones muestran varias coincidencias. Por ejemplo: la devaluación ayudó a las empresas a exportar más, sencillamente porque, al menos parcialmente y al principio, les permitió a muchas de ellas competir con precios en dólares más bajos. Pero no todas exportan todo. La mayoría atienden también al mercado interno. Y ahí fueron golpeadas por la caída del poder de compra de los consumidores. El caso de Arcor es ilustrativo: el 30% de su producción está orientada al mercado externo. Pero el restante 70% va al mercado externo.

El crédito, carísimo

Otro punto común: la devaluación redujo sus costos locales, esos que pueden pagar en pesos, como los salarios. Pero sus costos en dólares, como el del financiamiento si es que tomaron préstamos en moneda dura, se dispararon sin remedio, muy por encima de cualquier fuente de ingresos.

La devaluación del peso a lo largo del año fue la mayor desde 2002. Sin embargo la capacidad de estas martingalas para devolver la competitividad a la economía parece cada vez menor y de tranco corto.