Joven víctima de "pornovenganza" está a la espera del juicio

Paula Sánchez Frega hizo historia al lograr que procesaran con prisión preventiva a su ex novio, Patricio Pioli, por difundir videos y fotos de su intimidad –tomados cuando todavía estaban juntos- y ahora busca que la causa se eleve a juicio, antes de que prescriba, en el primer caso registrado de “pornovenganza”.

La joven salió con Pioli durante ocho meses en 2016, al término de los cuales finalizaron la relación en medio de amenazas por parte del hombre, que, según narró Frega a Clarín, le dijo en esa ocasión: "te voy a destruir", haciendo referencia a la difusión de las fotos y videos.

"Con mi consentimiento, él grababa nuestras relaciones íntimas. Yo no le preguntaba para qué, confiaba en él", contó la chef a ese medio, y añadió: "Pero todo cambió cuando mi intimidad cruzó la frontera llegando a lugares como a Córdoba. Ahí fue que decidí denunciarlo y llevarlo a la Justicia".

Existe un anteproyecto, que todavía no fue enviado al Congreso para su tratamiento, que contempla dentro del capítulo de delitos informáticos una pena de entre seis meses y dos años de prisión para quien difunda un video, una imagen o un audio de naturaleza sexual sin el consentimiento de la otra persona.

En esa ocasión, Pioli fue procesado por “coacción y lesiones leves calificadas”, por lo cual estuvo detenido dos semanas y luego fue excarcelado pagando una fianza. La fiscal especializada en delitos de cibercrimen, Daniela Dupuy, explicó al respecto: "Esa carátula no tiene que ver con la difusión de los videos sexuales, que es el revenge-porn, porque todavía no está legislado en la Argentina, más allá de que hay una media sanción del proyecto en el Congreso”.

Y completó: “Hoy la pornovenganza es una contravención y las penas son mucho menores que si fuera un delito. Hay que instar para que se termine legislando hechos como éste, que claramente son delitos, como sucede en Chile, Brasil, España, Estados Unidos, Canadá y Nueva Zelanda".

Ahora la causa está en el Juzgado número 3 de La Rioja, a cargo del Magistrado Gustavo Farías, e irá a juicio oral, aunque la fecha no se encuentra definida. La abogada de Frega, Soledad Varas, destacó la necesidad de que suceda esta año, “ya que corre riesgo de prescribir”.

“Confío en que el juez de la causa asuma el compromiso al tener conocimiento de esta divulgación a nivel nacional. Depende en gran parte de que se trabaje en forma personal en el expediente y que la defensa de Pioli deje de chicanear", agregó.

El caso tuvo complicaciones desde el principio ya que no estaba encuadrado en ninguna figura delictiva existente, por lo cual “todos se negaban a tomar la denuncia”, como explicó Varas.

El Procurador General de La Rioja tomó la iniciativa y ordenó que la Unidad Fiscal de Violencia de Género (UFVG) tomase la denuncia.

Sin embargo, el suplicio de Frega no terminaba todavía. “Me sentí maltratada y nunca contenida por la UFVG. Yo necesitaba apoyo psicológico y nadie se fijó en mis padecimientos. No esperaba tampoco mucho de una provincia con instituciones tan machistas", confesó.

Actualmente, la joven se encuentra con tratamiento psiquiátrico, es víctima de ataques de pánico, depresión y estrés postraumático y debe tomar pastillas para dormir y antidepresivos. "Tengo insomnio, cuando me duermo me despierto con sobresaltos y no me resulta sencillo salir a la calle porque la mirada del otro siempre es acusadora", narró.

Incluso, debió abandonar un local de comida donde trabajaba porque un grupo anónimo publicó decenas de fotos de ella desnuda. "Me tuve que ir y no pude conseguir trabajo. ¿Quién me va a contratar? No tengo un centavo, por suerte me ayudan mis padres", detalló.

Frega y su abogada esperan que el caso siente jurisprudencia, para generar consciencia acerca de la “pornovenganza”.

“Paula quiere un castigo, una sentencia, pero la privación de la libertad del acusado no la va a lograr", sostuvo la letrada.

Y concluyó: "Es necesario concientizar a la sociedad para que quede bien claro que prestar consentimiento para sacarse una foto íntima, no implica el derecho a publicarla y difundirla. Esa conducta es un delito".

Su representada, mientras tanto, aclaró: "No me interesa ningún resarcimiento económico, pero si lo recibiera lo utilizaría para abrir un refugio para mujeres víctimas de violencia de género. Aquí en La Rioja estamos muy desprotegidas, y yo soy un caso que la puede contar entre miles de mujeres".