Diez conclusiones de Selección

Señales tras los dos partidos

Diez conclusiones de Selección

12/09/2018 | 13:07 |

Argentina estuvo cerca del triunfo ante Colombia y mostró matices de funcionamientos más que rescatables. A continuación, las primeras observaciones de este camino que se ha iniciado. 

Diego Borinsky

Pasó la primera de las tres tandas dobles de partidos amistosos de este 2018 (en octubre y noviembre tendremos dos más) y queda un agradable regusto en la boca.

Aunque con Guatemala resultó difícil realizar cualquier análisis profundo, ante Colombia -un rival de similar categoría a la nuestra- la Selección de Scaloni estuvo cerca del triunfo y mostró matices de funcionamientos más que rescatables.

Van, a modo de síntesis, 10 observaciones de este inicio de interinato, que no intentan ser sentencias definitivas sino unas primeras conclusiones de este camino que se ha iniciado.

1. Renovación. Se vio de verdad. El tantas veces proclamado cambio de caras, en esta oportunidad se notó en la cancha. Debutaron 12 futbolistas (11 ante Guatemala y 1 vs Colombia), y eso es importante para ir despejando los temores lógicos por tamaña responsabilidad. Rulli, Saravia, Alan Franco, Kanemman, Palacios, Ascacíbar, Battaglia, Cervi, Pity Martínez, Mudo Vázquez, Monito Vargas y Gio Simeone ya saben lo que es vestir la Celeste y Blanca de la mayor.

2. Juego directo. Durante los últimos años, en especial en el Mundial, nos causó hartazgo que los futbolistas le llevaran la pelota a domicilio a sus compañeros, sobre todo a Messi; el abuso de pases de medio metro, y ver en múltiples ocasiones a 5 o 6 hombres todos cerca unos de otros. En estos partidos se notó una mejor ocupación de los espacios, aprovechando el ancho del campo de juego, también pases fuertes y de mayor recorrido. Se presionó cerca del área adversaria y se buscó ser profundo sin tanto firulete. Eso trajo aparejado dinámica e intensidad, todos aspectos saludables.

3. Nota alta. Dentro de rendimientos mayormente aprobados, se destacaron valores en una zona que exigía variantes a los gritos: el mediocampo. En Rusia penamos mucho por un medio lento, con poca marca y sin ritmo. El juvenil de River Exequiel Palacios fue la sorpresa, mostrándose como volante interior por izquierda pero apareciendo también por el centro. Tiene muy buena marca, no para nunca y pasa la pelota sin rebusques. Mejor en el primer partido que en el segundo, Lo Celso exhibió una hermosa zurda para conducir y patear de afuera (así le metió un golazo a Guatemala), una herramienta que hace muchísimo tiempo la Selección no utiliza. Sigue siendo un enorme misterio que no haya jugado ni un minuto en Rusia, tras haber sido titular en las prácticas y en la despedida ante Haití. Leandro Paredes es un cinco estilo Redondo, con pie sensible, y lo mostró con creces, mientras que el Rusito Ascacibar y Rodrigo Battaglia entusiasmaron con características opuestas: mucho quite y distribución. Tenemos variantes allí.

4. Mochila (I). Giovanni Simeone es un calco del padre. En el modo de manifestar su sentimiento por la Selección al declarar, en ciertas falencias técnicas con los pies y en el enorme tesón para ir a buscar cada pelota como si fuera la última. Nueve bien de área, metió un gol en el debut y se sacó esa mochila que los goleadores, especialmente, suelen cargarla de plomo a medida que no concretan. Contra Colombia entró unos minutos, David Ospina lo chocó sin querer en una salida y mientras Gio se levantó rápido como si no hubiera pasado nada, el arquero se fue rengueando. Como su padre, Gio seguramente es un obsesivo en el trabajo de su cuerpo en el gimnasio. Una roca de músculos.

5. Mochila (II). Mauro Icardi es, quizás, la cara más emblemática de la renovación. Llegó tocado físicamente, pero hizo lo posible para tener minutos y por eso estuvo presente ante Colombia. Quizás, con otro entrenador y en otro momento, acusaba parte de lesión y ni iba, como ocurrió con Bauza y Sampaoli. Todavía no pudo gritar un gol con la Celeste y Blanca (ante Venezuela, por Eliminatorias, pareció que sí pero se vio, finalmente, que había sido en contra) y ya acumula 271 minutos en 5 partidos (3 como titular). El problema es que ni siquiera tiene las chances, y eso es lo que suele preocupar más a un centro delantero. Ante Colombia dispuso de una sola y tapó Ospina. Debe cortar rápido la racha para que no se transforme en un contrapeso.

6. Continuidad. Así como del medio en adelante, Scaloni les dio minutos a casi todos para que se muestren y vayan habituándose a la camiseta, en el fondo apostó a darles seguridad a sus integrantes. De hecho, repitió la zaga central (Pezzella-Funes Mori) y al lateral izquierdo (Tagliafico) mientras que en el lateral derecho le dio un partido a Saravia y otro a Bustos. En la zona donde un error puede costar muy caro, el DT apuesta a que se consoliden esos nombres y ganen confianza.

7. Capitanía. Chiquito Romero viajó con el grupo, aunque sabía que no iba a jugar. De haber estado entero, seguramente habra atajado algún partido y con la cinta de capitán. En el último Mundial, dio la sensación de que a Sampaoli no le quedó otra que convocar a Franco Armani por su formidable presente y la presión mediática (una era consecuencia de la otra). Como que lo llamó a su pesar. Y no le quedó otra que darle el arco después del macanón de Caballero frente a Croacia. Ante la difícil Colombia, Armani tuvo un par de intervenciones rutilantes, entre ellas una en la que le robó la pelota con un manotazo desde el piso a Bacca, cuando ya parecía vencido. Al retirarse el capitán Tagliafico del campo de juego, le dejó la cinta al arquero. Da la sensación de que Armani, en poco tiempo, se ha ganado un lugar como referente de este joven plantel.

8. Silencio. Paulo Dybala es un crack. La rompió con cada camiseta que lució y está en uno de los clubes más importantes del mundo. En la Selección, sin embargo, viene protagonizando una historia de desencuentros que es momento de cortar de raíz. En esta oportunidad se sumó tarde a las prácticas porque debía resolver un viejo conflicto judicial con su anterior representante. Y su hermano Gustavo (y actual representante) no tuvo mejor idea que expresar, sin ningún tipo de eufemismo, que Paulo no jugaba porque no le dejaba plata a quien lo elegía. Insólito. El periodismo está en un momento complejo y suele inventar polémicas donde no las hay, pero esta fue toda todita del hermano de Paulo. Si quiere ayudarlo de verdad, lo mejor que puede hacer es llamarse a silencio.

9. Messi. Desde el plantel fueron varios los que le mandaron a Leo señales positivas. Empezó el entrenador, que manifestó que la 10 no se usará hasta que Messi decida si seguirá jugando en la Selección o no, y continuó por Dybala, quien dijo que esperaban que Leo volviera. El crack hizo un guiño participando de una foto con el short de la AFA. Seguramente Messi se entusiasmará y cargará el tanque con ganas de regresar si ve un equipo renovado, con dinámica, y en el que no todo dependa de su talento. Que vea que puede entrar, ayudar y divertirse. Seguramente eso ocurrirá en 2019.

10. Interinato. Lionel Scaloni sabe que tendrá un mínimo de 6 partidos para mostrar su estilo: en las convocatorias que realice y en lo que se observe en el campo de juego. También en su liderazgo para conducir a esta camada de futbolistas jóvenes y de mediana edad con proyección. Le mandó señales a Messi y también al grupo, cuando no puso de titular a Dybala -la figurita más cotizada del equipo junto a Icardi- por perderse algunos entrenamientos. Luego, apenas terminado el 0-0 con Colombia, exhibió su frescura al convocar frente a las cámaras de TV al propio Dybala para desactivar la bomba lanzada por su hermano y darle una palmadita en la cara como si fueran viejos compinches. Se advierte cierto carisma en Scaloni, no de ahora sino ya desde que explotó en el juvenil de Malasia 97, y en un contexto en el que los más encumbrados candidatos a ocupar el puesto resulten inaccesibles por diferentes motivos (Simeone, Pochettino, Gallardo) no habría que descartar para nada que, de continuar con este auspicioso sendero, Scaloni termine pasando de interino a definitivo. El tiempo dirá