Inseguridad en Buenos Aires
07/12/2018 | 10:46 |
Se trata de Alejandro Acosta, apodado “Viejo Tom”. Lo arrestaron en Boulogne por el secuestro de la hija de un sindicado narco del Bajo Flores.
El jefe de la barra brava del Club Atlético Platense fue detenido este jueves en Boulogne como sospechoso de haber participado del secuestro de una joven de 18 años, hija de un sindicado narcotraficante del Bajo Flores que tiene prisión domiciliaria, que fue liberada en un shopping de la localidad bonaerense de Martínez tras el pago de un rescate de 300 mil pesos, informaron fuentes policiales.
Se trata de Alejandro Acosta, apodado “Viejo Tom”, sindicado como el líder de la barra brava del “Calamar”, quien fue detenido en las últimas horas por estar acusado de haber formado parte del secuestro de Rocío Jazmín Rosales Pérez, ocurrido el 29 de abril de este año.
La joven es hija de Luis Alberto Rosales (47), quien está detenido desde hace dos años en su casa con una tobillera electrónica por una causa de venta de armas y de drogas.
La investigación por el secuestro extorsivo fue encabezada por la División Unidad Operativa Central de la Policía Federal Argentina (PFA), quienes establecieron que varios integrantes de la hinchada de Platense habían participado del hecho.
Fue así que el 17 de mayo último fueron detenidos dos de los supuestos autores del secuestro, Kevin Ariel Torres y Cristopher Miranda Insaurralde, frente a las instalaciones del club de la localidad bonaerense de Vicente López.
Los voceros añadieron que aún era buscado uno de los autores materiales del secuestro y una partícipe necesaria en el hecho.
Fuentes policiales informaron a Télam que todo comenzó cuando la joven llegó a su vivienda ubicada en la calle Recuero al 3300, del barrio porteño de Flores, donde vive con su padre, junto a una amiga de 19 años a bordo de una Ford EcoSport roja.
La chica estaba estacionando cuando tres delincuentes armados, vestidos con ropas oscuras y gorras, descendieron de un Volkswagen Golf color gris plata.
Según las fuentes, los hombres intimidaron a la hija de Rosales y la obligaron a subir a ese vehículo, tras lo cual escapan por calle Recuero y doblaron a la izquierda por José Martí.
El padre de la víctima llamó al 911 y tras relatar lo sucedido al personal de la comisaría 40 de la Policía porteña intervino la Dirección General Antisecuestro de la Policía Federal Argentina (PFA).
Los voceros añadieron que el acusado por traficar estupefacientes y vender armas de fuego recibió durante la madrugada tres llamados extorsivos en los que le exigieron dos millones de pesos y droga a cambio de liberar a su hija.
Sin embargo, los captores aceptaron recibir 300.000 pesos de rescate, que fueron entregados en la zona cercana al shopping Unicenter de Martínez.
Tras permanecer varias horas secuestrada, la joven fue liberada ilesa alrededor de las 5, dijeron las fuentes.