Condenaron a un militar español que mató a una argentina

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Condenaron a un militar español que mató a una argentina

08/05/2019 | 10:59 |

Un tribunal de Las Palmas halló culpable de asesinato y hurto a un hombre que en 2016 estranguló a una joven en España. Le impuso una pena de 17 años y tres meses de prisión. 

La Audiencia de Las Palmas (en España) condenó este martes a 17 años y tres meses de prisión a un militar español que en 2016 mató a la joven argentina Lorena Mazzeo.

Por unanimidad, el jurado popular declaró a Félix Daza Cabeza como culpable de asesinato y hurto ya que tras estrangular con un cable de ducha a la víctima se quedó con algunas de sus pertenencias.

El crimen ocurrió en octubre de 2016, cuando Mazzeo fue hallada muerta en su domicilio de Puerto del Rosario, en el interior de la bañera, con un cordón en el cuello y sin más signos exteriores de violencia.

Ese día el militar acudió al domicilio de la argentina, a la que había llamado varias veces antes, según el registro de su teléfono móvil. Además, el acusado aseguró que la había contratado como prostituta.

La detención del asesino, que en aquel momento se encontraba destinado en el Regimiento militar Soria 9, en Puerto del Rosario, se produjo dos meses después.

Para el tribunal, la muerte de la joven argentina "no fue accidental, ni fruto de un exceso no querido pero no evitado".

Además, de la escena del crimen, habían desaparecido los teléfonos celulares, el iPad, las sábanas, las llaves de la vivienda y que los cables del router de la computadora estaban cortados.

Isabel Olivera Bustamante, madre de la joven, estuvo presente en el juicio y dijo que “nada es justo” porque por más que pese una condena sobre el homicida, “en un tiempo va a salir”.

"Mi hija vivía sola, no tenía defensa y por eso él pensó que nadie la iba a encontrar, que nadie iba a reclamar por su vida. Pero no sabía que, a la distancia, no comunicábamos todo los días", aseguró.

También cuestionó las audiencias, al considerar que por momentos "parecía que se la juzgaba más a ella que a él”.

“No importa que hacía mi hija, si hubiese vendido caramelos en la puerta del cuartel, igual se hubiera ensañado con ella", reflexionó la mujer.