Cambiemos Córdoba o el dilema del prisionero

La Teoría de los Juegos es un área de la matemática que fue creciendo rápidamente hace 50 o 60 años y comenzó a aplicarse a varias ciencias y disciplinas para entender la conducta humana.

Podría resumirse como un modelo general que estudia el comportamiento humano a través de las decisiones que se toman bajo determinados incentivos.

Uno de los clásicos de la Teoría de los Juegos es "El dilema del prisionero".

Lleva ese nombre por el ejemplo con el que se explica, a saber: la policía arresta a dos sospechosos y como no tiene pruebas suficientes para condenarlos y, tras haberlos separado, los visita a cada uno y les ofrece el mismo trato.

Si uno confiesa y su cómplice no, el cómplice será condenado a la pena total de diez años, y el primero será liberado. Si uno calla y el cómplice confiesa, el primero recibirá esa pena y será el cómplice quien salga libre. Si ambos confiesan, serán condenados a seis años. Si ambos lo niegan, todo lo que podrán hacer será encerrarlos durante un año por un cargo menor.

La lógica es la siguiente: ambos pueden perder más si se traicionan o si tratan de perjudicar al otro. Mejor dicho; obtendrían un mejor resultado si colaboran entre ellos.

En este punto parecen estar hoy Mario Negri y Ramón Mestre, los dos principales dirigentes del radicalismo cordobés, el partido que maneja el timón de Cambiemos Córdoba.

Negri anticipó que el miércoles acudirá a la Junta Electoral de la UCR para que no convalide las internas previstas para el próximo 17 de marzo porque no están dadas las condiciones "logísticas" para llevarlas a cabo.

Luis Juez, precandidato a intendente de la ciudad de Córdoba por esa lista, lo dijo más claro el sábado a Cadena 3 : "Este proceso de internas es tramposo".

Pero el diputado nacional y ex vicegobernador no declinará su precandidatura ni sacará los pies del plato pese a las condiciones que denuncia. Los negristas paladar negro aseguran: "Mario no se baja".

Lo mismo -y en el mismo tono vehemente- aseguran los mestristas. "Ramón no se baja".

El argumento es el opuesto: hay condiciones para hacer la interna, Negri y los suyos aceptaron el reglamento a fines de 2018 y ahora buscan una excusa "porque saben que pierden".

"No hay una encuesta en la que ganen, por eso van a internas", lo cruzan los defensores del legislador nacional.

La interna, al rojo vivo

Ambos sectores intensificaron sus declaraciones -en especial en las redes sociales- en las últimas horas. Pareciera que intentan "perjudicar" al otro a como dé lugar.

Pero los dos sectores aseguran -hoy lunes y en on the record- que la interna se hará el próximo 17 de marzo. El punto es que el desgaste ha sido tal que algunos se preguntan si hay lugar para eso. Si no han "batido" demasiado al "otro prisionero".

Algunos todavía creen que puede haber lugar a una "colaboración" y lograr un mejor resultado para Cambiemos en Córdoba y -fundamentalmente- a nivel nacional.

Los que argumentan que este escenario puede darse son los que creen que desde la Nación puede haber un llamado de último momento para consensuar (en política eso siempre se dá "a cambio de...") o una cumbre entre capitostes radicales que selle un pacto de caballeros.

Del otro lado están los que aseguran que "los dos ya se ofrecieron de todo y no hubo acuerdo" y que no habrá internas y van con listas separadas, a (mucho) riesgo de perder la Provincia y la Ciudad en las elecciones del próximo 12 de mayo. "Como dijo Alem: que se rompa pero que no se doble", sintetizan.

Nash llega a la Rosada

Así las cosas, es bueno recordar que el creador de la Teoría de los Juegos fue el matemático John Nash, premio Nobel en 1994 y que seguramente muchos conocen por la película "Una mente maravillosa", protagonizada por Russell Crowe.

Una de las frases célebres de Nash es: "Siempre he creído en la lógica que lleva a la razón. Pero, después de una vida de búsqueda me digo, ¿Qué es la lógica? ¿Quién decide la razón?”

Desde la Casa Rosada podrían estar haciéndose las mismas preguntas. Un escándalo en la provincia que le dio a Macri el triunfo en 2015 puede ser un traspié demasiado grande.