Ahora, la protagonista será la tasa: extravagancia argentina

Opinión

Ahora, la protagonista será la tasa: extravagancia argentina

01/10/2018 | 10:59

Adrián Simioni

Una expectativa central sobre el nuevo esquema monetario y cambiario que se inicia hoy es qué va a pasar con la tasa de interés en la Argentina. La tasa de interés determina el costo del dinero. Por ende, en una economía normal, una tasa alta tiende a desacelerar la actividad económica, porque el crédito, sea para consumo o para inversión, se encarece. Al revés, una tasa baja tiende a favorecer una mayor actividad económica.

El Banco Central ha decidido que, en lugar de vender dólares para tratar de que la divisa deje de subir y se estabilice, va a dejar de emitir pesos para que haya menos pesos con los cuales ir a comprar dólares. Y si el dólar sobrepasa los 44 pesos, va a vender hasta 150 millones de dólares diarios. Si hiciera eso, iría sacando más de 6.000 millones de pesos por día de la calle. Que es mucho. A ese ritmo, en 200 días hábiles quitaría todos los pesos del mercado.

Aún sin llegar a esos extremos, el compromiso de no emitir un solo peso más anticipa que los pesos se encarecerán. O sea: que subirá la tasa de interés.

Hoy, la tasa de interés de referencia del Banco Central (se toma la tasa de las Leliq, una letra o pagaré que emite el Central y que toman los bancos cuando le prestan plata) ya es del 65 por ciento anual, la más alta del mundo.
Pero hay muchos antecedentes históricos tasas a niveles extravagantes en la Argentina, como se ve en el gráfico.

Coinciden con otros períodos de fuertes crisis. Por ejemplo, en la hiperinflación de fines de los ‘80 y principios de los ‘90 la tasa de referencia del Central llegó a 1.390 por ciento anual. Y el 30 de abril de 2002, tras la caída de la convertibilidad y el default, llegó a 91 por ciento.