Aerolíneas los echó por falsear acceso con dedos de silicona

Escándalo

Aerolíneas los echó por falsear acceso con dedos de silicona

10/04/2019 | 07:09 |

Son seis trabajadores y cumplían funciones en talleres de mantenimiento. En la semana se turnaban y solo uno iba. Sábados y domingos, cuando se pagan horas extras, asistían todos.

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Aerolíneas Argentinas echó a seis empleados luego de descubrir una maniobra ilícita que llevaban a cabo y consistía en falsificar su ingreso durante varios días a la semana por medio de un dispositivo de dedos de silicona con el que registraban su asistencia al lugar de trabajo.

Según se conoció, de lunes a viernes, uno solo de los empleados iba a trabajar y los fines de semana, cuando se pagan horas extras, iban todos.

Al igual que el personal administrativo, para el personal de taller el ingreso a las instalaciones es el mismo: registrar en el sistema el número de legajo e identificar la presencia mediante las huellas dactilares.

Los desvinculados, entre ellos un delegado gremial, trabajaban en el turno matinal ingresando a las 6 y se turnaban para que uno solo cumpliera el horario.

El elegido del día llevaba un objeto de silicona blanco que tenía impresas las huellas de sus compañeros y para no generar sospechas, llegaba más temprano para no cruzarse a los compañeros en el cambio de turno.

Si bien pudieron captar el ilícito por medio de las cámaras de seguridad, no lograron secuestrar el dispositivo que utilizaban.

Gabriel Zurdo, especialista en seguridad informática, dijo a Cadena 3 que el conocimiento para hacer lo que hicieron los empleados de Aerolíneas “es gratis y está disponible en internet”.

“La industria tecnológica nos convenció que esto es seguro y seguro no hay nada. Todos los métodos, hasta los más complejos para identificar a una persona, ya sea por las venas de la mano o temperatura del rostro son únicos individuales y se pueden clonar”, advirtió.

Respecto al que emplearon los trabajadores cesanteados, indicó: “El patrón de la huella del dedo se convierte luego en un código numérico que termina en una maquinita, que termina siendo una puerta para ingresar o un servidor en una fábrica. Es una secuencia de números y a partir del momento que eso es manipulable también se puede modificar”.

Zurdo dijo que estas personas fueron astutos para copiar las huellas dactilares con silicona, pero alertó que también se puede hacer con cola de carpintero, plasticola o con una impresora 3D.

Entrevista de Miguel Clariá.