Elecciones en Rosario: por qué el peronismo volvió a ganar después de 30 años

La elección para concejales en Rosario dejó este domingo un vencedor que hacía años no festejaba en ese territorio. El peronismo en su acuerdo con Ciudad Futura se impuso con Juan Monteverde a la cabeza, batió a La Libertad Avanza y Unidos para Cambiar Santa Fe, oficialismos en los distintos niveles del estado, y ya mira con ansias el 2027. Sin embargo, hay luces de alarma para el sistema político en general, con una participación a la baja en niveles históricos.

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El PJ, Monteverde y lo que viene

La victoria posiciona a Monteverde en sus aspiraciones de ser la principal oposición a Unidos en la ciudad, y principalmente a la gestión de Pablo Javkin. A lo largo de la campaña quedó demostrado: el postulante de Ciudad Futura irá por la revancha luego de perder con Javkin en 2023. “En dos años Rosario cambia para siempre”, dijo ya subido al escenario de Distrito Siete, donde los festejos comenzaron ya desde cerca de las siete de la tarde, con resultados que se cargaban velozmente.

“Había mucha gente descontenta sin alternativa que la represente. Eso hoy se rompió”, dijo ya sobre el escenario Monteverde, con una militancia que alternaba cantos a favor, chicanas a Javkin y clásicos de la liturgia peronista. La simbiosis entre Ciudad Futura y el PJ quedó de manifiesto con los nombres que poblaron el escenario: Germán Martínez, presidente del bloque de Diputados de la Nación; Guillermo Cornaglia, presidente del PJ provincial; Alejandra Rodenas, entre otros.

Trascartón, pasadas las diez de la noche llegaron las felicitaciones de Cristina Fernández de Kirchner. “Me comuniqué también con el compañero @juanmonteverde que logró una gran victoria en Rosario”, posteó en X. ¿Habrá encuentros o nuevos contactos a futuro? Será una cuestión a saber en los próximos días.

Unidos, su remontada y el sinsabor libertario

En los comandos de campaña de Unidos y LLA las caras eran disímiles: en el oficialismo local y provincial contaron con euforia la remontada de Carolina Labayru, que logró cuatro concejales y pudo romper la polarización que se preveía semanas atrás, mientras que Juan Pedro Aleart tuvo un segundo lugar con sabor a poco. En el esquema libertario contaban con una victoria en una de las ciudades más importantes del país para seguir pintando de violeta el interior. No obstante, Karina Milei destacó lo hecho a nivel provincial.

El gobernador Maximiliano Pullaro se mostró exultante ante la victoria en ciudades y comunas del territorio santafesino. “Este día será, en Rosario, el día de la tremenda remontada que pegamos. Es un triple empate”, dijo con optimismo. Javkin abonó a la misma teoría: “Preparense, Unidos está más fuerte que nunca”, avisó. En la levantada de Labayru se explica en parte la victoria de Monteverde, con un electorado dividido en expresiones que comparten voto en ciertos sectores entre Unidos y LLA.

En tanto, el panorama libertario ya se avizoraba más complejo en las primeras horas de la tarde. Si bien también logró cuatro concejales, Aleart y el gobierno nacional todo esperaban un triunfo que quedó a poco más de cinco mil votos en la primera experiencia electoral del ex conductor televisivo. “Quiero agradecer a Javier Milei, sin él nada de esto sería posible”, dijo en sus primeras palabras tras ser electo el ahora concejal.

La baja participación, una luz de alarma que se agudiza

Como ya se venía advirtiendo, la jornada electoral fue exponiendo lo que los números luego mostraron: la elección tuvo su participación más baja desde la vuelta a la democracia. Y con distancia. Apenas un 48% en Rosario, con un número inclusive lejano a lo sucedido dos meses atrás, desnudaron la apatía y el desinterés del común de la ciudadanía ante una elección de apenas una categoría.

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Si bien desde primera hora de la mañana los candidatos llamaron a votar ante un clima hostil, la discusión pareciera ser más profunda. A nivel nacional, en cada distrito el panorama se repite. Desde distintos partidos ya manifiestan la intención de que este tipo de elecciones se den en simultáneo con la de intendente, por caso, evitando intermedias y focalizando los esfuerzos tanto de electores como de candidatos una vez cada cuatro años.

En Rosario lo que venía asomando se agudizó y quedó por debajo de la gran mayoría de las ciudades y provincias que fueron a las urnas este año. También preocupa mirándose consigo misma: diez años atrás la participación rozaba el 70%. Los números hablan por sí solos.