Entrevista
28/12/2025 | 16:33
Redacción Cadena 3 Rosario
Audios
El biólogo Estanislao Barchrachj analizó cómo transformar los pensamientos.
Con la llegada de un nuevo año, suelen multiplicarse las preguntas sobre cómo vivir mejor, qué cambiar y qué proyectos encarar. En ese contexto, la conductora Susana recibió en Cadena 3 Rosario a una de las voces más reconocidas en divulgación científica aplicada a la vida cotidiana: Stanislao Bachrach, doctor en biología molecular, investigador, exprofesor de Harvard y referente en temas vinculados al funcionamiento del cerebro, los hábitos y las emociones.
Desde el inicio, Bachrach marcó distancia de los discursos simplistas. “Yo no hago lo que hago por la gente, lo hago por mí. Después, si a otros les sirve, fantástico”, afirmó con sinceridad. Esa postura atraviesa toda su mirada sobre el bienestar: no hay recetas universales ni mandatos del tipo “tenés que”. “Cuando alguien dice ‘tenés que hacer esto’, ya hay que dudar. Nadie tiene la fórmula mágica para ser feliz”, sostuvo.
Uno de los ejes centrales de la charla fue la idea, tan difundida en redes sociales, de los “pensamientos positivos”. Para Bachrach, el problema no es la intención, sino la simplificación. “Como biólogo, no hablamos de pensamientos positivos, sino de qué pensamientos, en particular, te hacen sentir como vos querés sentirte”, explicó.
Según el especialista, repetir frases motivacionales como “soy genial” o “todo va a salir bien” no tiene respaldo científico. “No hay evidencia biológica de que eso sirva”, señaló, y advirtió sobre el riesgo de frustración que generan los mensajes breves y descontextualizados en redes sociales. “Cerrás el video y seguís siendo la misma persona”.
En ese sentido, remarcó que el cambio profundo no ocurre en un minuto ni con un posteo, sino a través de procesos más estructurados, como la terapia cognitivo-conductual, que permite identificar y modificar patrones de pensamiento de manera sostenida.
El poder —y el límite— de la mente
Bachrach explicó que el contenido de lo que pensamos tiene un impacto directo en nuestras emociones. Sin embargo, aclaró que no se trata de pensar “bien” o “mal”, sino de pensar de forma más ajustada a la realidad. “Cuando la pasamos mal, más del 80% de lo que estamos pensando en ese momento es mentira”, afirmó, basándose en evidencia científica, estadística y en su experiencia profesional.
Para ejemplificarlo, propuso un ejercicio concreto: identificar una situación puntual que genere malestar —por ejemplo, un conflicto laboral— y observar qué pensamientos aparecen en ese momento. “Generalmente son ideas exageradas, catastróficas o absolutas: ‘no me quiere’, ‘siempre me trata mal’, ‘esto va a terminar pésimo’. Y muchas de esas cosas no son reales”, explicó.
Uno de los conceptos más claros de la entrevista fue la idea de que los pensamientos funcionan como hábitos. “Pensamos igual que como nos lavamos los dientes o el pelo: casi siempre de la misma manera”, dijo Bachrach. Esa repetición automática, que en términos evolutivos permitió ahorrar energía y sobrevivir, hoy puede jugar en contra.
“El cerebro no busca que seas feliz, busca eficiencia”, remarcó. Por eso, si una persona repite durante años los mismos pensamientos negativos, el cerebro los toma como válidos, aunque no lo sean. Cambiarlos implica un esfuerzo consciente y sostenido.
Frenar antes de reaccionar
En situaciones de alta carga emocional, Bachrach fue contundente: no es el momento de analizar ni decidir. “Cuando la intensidad emocional es muy alta, hay que correrse, respirar, retirarse del espacio físico si es posible y no tomar decisiones”, aconsejó. En ese punto, reivindicó la sabiduría popular: “Contar hasta diez funciona”.
Una vez que la emoción baja, recién ahí es posible revisar qué se pensó, qué parte fue exagerada o falsa y cómo reformular esos pensamientos para reducir el malestar.
Te puede Interesar