Argentina, en el Grupo J y con sedes en duda

Washington vive todavía el eco del gran evento: el sorteo del Mundial ya pasó y la Selección argentina conoce su camino inicial. Sin embargo, lejos de apaciguarse, las dudas sobre las sedes y los kilómetros que deberá recorrer el equipo siguen siendo tema dominante. En esta capital, donde todo se analiza y se contrapone, los borradores de la FIFA se mueven más que la pelota.

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Cuando parecía que todo estaba encaminado para que Argentina jugara en la Costa Este, el mapa volvió a cambiar. Ahora nos ubican en el centro del país y hasta San Francisco, en el extremo casi norte de la Costa Oeste. Y lo digo sin rodeos: acá nadie tiene certezas. Todo puede volver a moverse. No termina de quedar claro si lo que se definirá mañana serán sólo los horarios para la televisación o si también se podría retocar alguna sede. El grupo no se modifica, eso está cerrado, pero lo demás… créanme, está en discusión.

Tras el sorteo, Scaloni mantuvo su calma habitual. Dijo que hay que jugar con todos y donde toque, como siempre. Pero también dejó en evidencia la confusión general. Cuando le mencionaron San Francisco, respondió sorprendido: “No está confirmado, no lo tengo confirmado, me lo dicen ustedes, lo leí”. Esa frase pinta el clima aquí en Washington: muchas versiones, pocas certezas oficiales.

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Paralelamente, se desarrolla lo que yo llamo “el otro sorteo”, el sorteo backstage. Ese donde cada uno atiende su juego, como en el viejo juego Atón Pirulero. Reuniones privadas, conversaciones de pasillo, presiones de ciudades sede. Mi impresión, al menos a esta hora, es que no van a cambiar lo asignado a Argentina, aunque hasta que no haya un comunicado definitivo nadie puede darlo por cerrado.

Lo que sí es concreto es el escenario deportivo: Argentina irá al Grupo J y enfrentará a Austria, Argelia y Jordania, una zona que, en los papeles, luce accesible.