"Viví con un santo": la conmovedora confesión del niñero hindú de Carlo Acutis

Carlo Acutis murió en 2006, a los 15 años, por una leucemia fulminante. Este domingo, en el Vaticano, será proclamado santo y se convertirá en el primer "millennial" canonizado por la Iglesia católica. Lo llaman "el influencer de Dios" porque usaba internet para difundir su fe y porque, aun con su corta vida, dejó un ejemplo que hoy inspira a millones.

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El sacerdote riojano Diego Olivera conoce su historia de primera mano: investigó su vida, viajó a Milán y Asís, conversó con su madre, Antonia Salzano, y hasta compartió un café con Rajesh, el exniñero de Carlo, que era hindú y terminó pidiendo el bautismo conmovido por el testimonio del joven. "Me dijo: viví con un santo", recuerda Olivera.

Lo que fascina de Acutis es que fue un chico común: hincha del Milan, fanático de la PlayStation y del Super Mario Bros, con camisetas de fútbol y amigos con quienes compartía tardes de juegos. Pero al mismo tiempo tenía una espiritualidad profunda. Desde su primera comunión decidió armar un "proyecto de vida" con tres pilares: leer la Biblia cada día, rezar el rosario y participar de la Eucaristía, que definía como "mi autopista al cielo", sostiene Olivera.

Esa fe no se quedaba en lo íntimo: salía con su madre a repartir comida a personas en situación de calle, ahorraba para comprar bolsas de dormir a quienes pasaban frío y encontraba en los pobres un rostro concreto al que servir.

Su camino a los altares se apoya en dos milagros reconocidos por el Vaticano: la curación de un niño en Brasil con una grave enfermedad pancreática y la recuperación de una joven en Italia tras un accidente que le provocó una hemorragia cerebral. Olivera cuenta además un caso en La Rioja que aún no llegó al proceso oficial, pero que la familia lo atribuye a Carlo: "El mismo día en que se anunció la canonización, un niño con problemas renales recibió el informe médico que confirmaba que estaba sano".

En el relato de su madre hay un detalle conmovedor: cuando Carlo agonizaba, le pidió que no tuviera miedo y le aseguró que volvería a ser mamá. Cuatro años después nacieron sus mellizos. "Para ella es una gran responsabilidad. Es gracias a Carlo que llegó a su propio encuentro con Dios. Hoy siente que debe difundir su legado", explica Olivera.

Este domingo la ceremonia en Roma mostrará a un nuevo santo que no usaba sotana ni hábito, sino jeans, zapatillas y buzo. Su cuerpo descansa en Asís, la ciudad de San Francisco, donde eligió ser enterrado y donde hoy miles de jóvenes peregrinan para verlo.

En nuestro canal de YouTube podés ver la entrevista completa con el padre Diego Olivera, quien recorrió los lugares donde vivió Carlo, habló con su familia y da detalles íntimos de la vida del joven que mañana será proclamado santo.