Venezolanos reclaman a Unicef por separación de familias migrantes en EE.UU.

El Comité de Defensa de los 252 migrantes venezolanos privados de libertad en El Salvador solicitó el viernes la intervención del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), buscando visibilizar la situación de niñas, niños y mujeres venezolanas separadas de sus familias y retenidas en Estados Unidos.

La solicitud fue presentada en una carta ante la sede del organismo en Ginebra, además de otra ante la Misión Permanente de El Salvador ante las Naciones Unidas (ONU), donde se expresan preocupaciones sobre las violaciones a los derechos fundamentales de los jóvenes detenidos.

El comité, compuesto mayormente por familiares y juristas, aseguró que los detenidos enfrentan condiciones carcelarias sin garantías procesales y carecen de información clara sobre su salud o ubicación.

Los firmantes señalaron que, además de la situación en los centros de detención salvadoreños, se han reportado casos de mujeres venezolanas encarceladas en territorio estadounidense, cuyas hijas e hijos fueron separados o institucionalizados, sin que se asegure el principio de unidad familiar o se brinden respuestas a sus familiares.

"Hoy vivimos una incertidumbre devastadora y por eso estamos aquí, luchando por nuestras familias", manifestó Jetzy Arteaga, miembro del comité, al explicar los motivos de su apelación a organismos internacionales.

Por otro lado, Marelys Casique, otra vocera del grupo, instó al presidente salvadoreño Nayib Bukele a revisar su posición: "Considérelo, aún está a tiempo de corregir esta injusticia. Por favor, devuelva a nuestros venezolanos a su país y realice una revisión justa de sus casos".

Los familiares hicieron un llamado a las agencias multilaterales para respaldar el acceso a información y verificar el cumplimiento del debido proceso.

Este jueves, los familiares se acercaron a la sede de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) para solicitar su intervención, mientras que el martes anterior se presentaron ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU para denunciar lo que consideran "graves violaciones a los derechos fundamentales" de sus parientes.

Los 252 venezolanos, en su mayoría jóvenes, fueron deportados por Estados Unidos a El Salvador el pasado 16 de marzo, donde fueron encarcelados en una prisión de máxima seguridad sin juicio previo.