Investigaciones sobre adversarios políticos
22/09/2025 | 15:35
Redacción Cadena 3
Ocho meses después de iniciado su segundo mandato, la promesa del presidente Donald Trump de enfrentar a quienes percibe como sus enemigos políticos generó debates sobre la libertad de expresión, la censura de los medios y los procesos judiciales.
Desde la suspensión del programa televisivo del comediante Jimmy Kimmel hasta las restricciones impuestas por el Pentágono a los periodistas, y un aparente llamado público a la secretaria de Justicia Pam Bondi para que abra procesos contra sus adversarios, Trump intensificó las acciones para consolidar su poder en su segundo mandato y erradicar a quienes se han pronunciado en su contra.
En una publicación en redes sociales este fin de semana dirigida a Bondi, Trump dijo que “no se está haciendo nada” en las investigaciones sobre algunos de sus adversarios.
“No podemos demorarlo más: está destruyendo nuestra reputación y credibilidad”, escribió. Tras señalar que fue sometido a un juicio político y acusado penalmente, “¡¡¡SE DEBE HACER JUSTICIA, YA!!!”.
Tras criticar las pesquisas sobre los negocios de Trump realizadas por el Departamento de Justicia del presidente demócrata Joe Biden, el senador Rand Paul, republicano por Kentucky, dijo el domingo que “no es correcto que el gobierno de Trump haga lo mismo”.
Trump ha intensificado su discurso sobre iniciar acciones legales contra algunos de sus oponentes políticos como parte de una promesa de represalias que ha sido un tema recurrente en su regreso a la Casa Blanca. El pasado fin de semana, presionó públicamente a Bondi para que avanzara con dichas investigaciones.
Trump publicó el sábado una especie de carta abierta en redes sociales dirigida a su fiscal principal para que avanzara en dichas pesquisas, incluida una investigación por fraude hipotecario contra Letitia James, la fiscal general de Nueva York, y un posible caso de amenazas contra James Comey, exdirector del FBI.
Publicó que había “revisado más de 30 declaraciones y publicaciones” que describió como críticas a su gobierno por falta de avances en las investigaciones.
“Tenemos que actuar con rapidez —de una forma u otra”, declaró Trump a los periodistas esa misma noche en la Casa Blanca. “Son culpables, no son culpables. Tenemos que actuar con rapidez. Si no son culpables, no hay problema. Si son culpables o si deben ser acusados, deben ser acusados. Y tenemos que hacerlo ahora”.
Trump escribió más tarde en una publicación posterior que Bondi “hacía un trabajo EXCELENTE”.
A Paul, un frecuente rival de Trump de la derecha, se le preguntó durante una entrevista en el programa “Meet the Press” de la cadena NBC sobre la pertinencia de que un presidente ordene a su secretaria de Justicia investigar a sus oponentes políticos. El senador condenó la “guerra legal en todas sus formas”.
El senador Chris Murphy, demócrata por Connecticut, dijo que era “inconstitucional y profundamente inmoral que el presidente encarcele o silencie a sus enemigos políticos”. Advirtió que esto podría sentar un precedente preocupante para ambos partidos.
“Esto se volverá en contra de conservadores y republicanos en algún momento si se convierte en la norma”, declaró Murphy en el programa “This Week” de la cadena ABC.
Chuck Schumer, de Nueva York —líder demócrata del Senado—, declaró en el programa “State of the Union” del canal de noticias CNN que Trump convierte al Departamento de Justicia “en un instrumento que persigue a sus enemigos, sean culpables o no, y la mayoría de ellos no son culpables en absoluto —y eso beneficia a sus amigos. Este es el camino hacia la dictadura. Eso es lo que hacen las dictaduras”.
El Departamento de Justicia no respondió el domingo a una solicitud de comentarios.
Cada nuevo presidente nombra a sus propios fiscales federales en jurisdicciones de todo el país. Y Trump ya ha trabajado para colocar a personas cercanas a él en algunos de esos puestos, incluida Jeanine Pirro, expresentadora del canal Fox News, en el Distrito de Columbia, y a su exabogada Alina Habba, en Nueva Jersey.
Trump ha formado su segundo gobierno con personas leales a él, y el sábado continuó con el nombramiento de una asesora de la Casa Blanca para dirigir la fiscalía que investiga a James, oponente de Trump desde hace mucho tiempo.
Trump anunció el sábado el nombramiento de Lindsey Halligan como fiscal federal en el Distrito Este de Virginia, justo un día después que Erik Siebert renunciara al cargo y Trump dijera que lo quería “fuera”.
Trump afirmó que le molestaba que a Siebert lo hubieran apoyado los dos senadores demócratas del estado.
“En este país solo existen dos estándares de justicia. Si eres amigo del presidente —leal al presidente— puedes salirte con la tuya respecto a casi todo, incluido el apalear brutalmente a policías”, dijo Murphy en referencia a los acusados del motín en el Capitolio de Estados Unidos del 6 de enero de 2021 —indultados por Trump cuando regresó a la presidencia. “Pero si eres opositor al presidente, podrías acabar en la cárcel”.
Trump se presentó como un opositor a la censura al prometer “devolver la libertad de expresión a Estados Unidos” en su discurso inaugural de enero y firmar una orden ejecutiva que establece que ningún funcionario, empleado o agente federal podrá coartar inconstitucionalmente la libertad de expresión de ningún ciudadano estadounidense.
En un memorando de 17 páginas distribuido el viernes, el Pentágono intensificó las restricciones a los medios de comunicación y señaló que exigirá a los periodistas acreditados que firmen un documento en el que se comprometen a no reportar información que no haya sido autorizada para su difusión, incluida información no clasificada. Los periodistas que no cumplan con esta política se arriesgan perder las credenciales que les dan acceso al Pentágono.
Al preguntarle el domingo si el Pentágono debería jugar un papel para determinar qué pueden informar los periodistas, Trump respondió: “No, no lo creo”.
“Nada detiene a los periodistas. Ya lo saben”, declaró Trump a los reporteros al salir de la Casa Blanca para asistir al servicio en homenaje al activista conservador asesinado Charlie Kirk.
Trump ha demandado a numerosos medios de comunicación por cobertura negativa, y varios han llegado a acuerdos con el presidente por millones de dólares. Un juez federal de Florida desestimó el viernes la demanda por difamación de 15.000 millones de dólares de Trump contra el periódico The New York Times.
Tal vez la situación más mediática sea la suspensión indefinida el miércoles del programa nocturno del comediante Jimmy Kimmel por parte de la cadena ABC. Lo que dijo Kimmel sobre el asesinato de Kirk llevó a un grupo de estaciones afiliadas a ABC a anunciar que ya no transmitirían el programa y provocó comentarios inquietantes de un alto regulador federal.
Trump celebró en su plataforma de redes sociales: “Felicitaciones a la ABC por finalmente tener el valor de hacer lo que tenía que hacer”.
Más temprano ese mismo día, Brendan Carr, presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, por sus siglas en inglés), quien ha iniciado investigaciones sobre medios que han enfurecido a Trump, dijo que los comentarios de Kimmel eran “realmente repugnantes” y que su agencia tiene un caso sólido para responsabilizar a Kimmel, la ABC y Walt Disney Co., la empresa matriz de la cadena, por difundir información errónea.
“Podemos hacer esto por las buenas o por las malas”, dijo Carr. “Estas empresas pueden encontrar maneras de tomar medidas contra Kimmel o habrá trabajo adicional para la FCC en el futuro”.
El senador Markwayne Mullin, republicano por Oklahoma, argumentó que expulsar a Kimmel no fue un menoscabo de la libertad de expresión, sino una decisión corporativa.
“Realmente no creo que la ABC hubiera decidido despedir a Jimmy Kimmel por una amenaza”, declaró el domingo en CNN. “La ABC ha criticado al presidente Trump desde hace mucho tiempo. Lo hicieron porque sintieron que ya no se ajustaba a su marca”.
No todos los republicanos han recibido con agrado la medida. En su podcast del viernes, el senador republicano Ted Cruz, de Texas, calificó de “increíblemente peligroso que el gobierno se ponga en la posición de decir: nosotros vamos a decidir cuál discurso nos gusta y cuál no, y vamos a amenazar con sacarte del aire si no nos gusta lo que dices”.
Trump calificó a Carr como “un gran patriota estadounidense” y expresó el viernes que discrepa con Cruz.
¿Qué acciones intensificó Trump? Intensificó su campaña de represalias presionando a Bondi para que actúe contra sus adversarios políticos.
¿Quién es Pam Bondi? Es la secretaria de Justicia a quien Trump presionó públicamente para que abriera investigaciones.
¿Dónde se originó esta situación? Se desarrolló principalmente en la Casa Blanca y a través de publicaciones en redes sociales por parte de Trump.
¿Cuándo se realizaron las presiones? Se realizaron recientemente, específicamente el fin de semana anterior a la publicación.
¿Por qué Trump presiona a Bondi? Busca erradicar a quienes se han pronunciado en su contra y afianzar su poder en su segundo mandato.
[Fuente: AP]
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