Space X intentó otro lanzamiento del Starship: se descontroló en pleno vuelo

Después de dos fallidos intentos que resultaron en explosiones, SpaceX realizó un nuevo lanzamiento de su cohete Starship el martes por la noche. Sin embargo, la misión no logró cumplir con los objetivos establecidos, ya que la nave perdió el control y se desintegró antes de llegar a su destino.

El cohete, que alcanzó alturas de 123 metros (403 pies), despegó desde Starbase, la plataforma de lanzamiento ubicada en el extremo sur de Texas, en lo que constituía su novena demostración. Un punto crucial de la misión era la liberación de satélites simulados, aunque finalmente fue cancelada cuando se detectó que la puerta no se abría completamente. Posteriormente, la nave comenzó a girar en un patrón errático y tomó dirección hacia el océano Índico.

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Desintegración y fallo de comunicación

SpaceX emitió un comunicado informando que la nave espacial sufrió un "desmontaje rápido no programado", lo que se tradujo en su desintegración. La compañía enfatizó que seguirá analizando los datos obtenidos y trabajando en su próximo vuelo de prueba.

Este fue el primer lanzamiento de un Starship utilizando un propulsor reciclado, aunque, a diferencia de pruebas anteriores, no se tenía planificado recuperar dicho propulsor en la plataforma de lanzamiento. Durante el vuelo, el contacto con el propulsor se perdió y éste cayó en el Golfo de México, mientras la nave continuaba su trayecto hacia el océano Índico.

Expectativas y futuro de SpaceX

La comunicación se interrumpió antes de que la nave iniciara su descenso, y SpaceX finalizó la transmisión poco después. En comparación con los anteriores lanzamientos que solo alcanzaron el Caribe, esta misión enfrentó desafíos significativos. Las pruebas previas habían concluido con caídas de escombros en el océano minutos tras el despegue. Por suerte, no se reportaron heridos ni daños materiales graves, aunque el tráfico aéreo se vio afectado. La Administración Federal de Aviación de EE. UU. aprobó la semana pasada un nuevo vuelo del Starship, ampliando el área de peligro y tomando precauciones para minimizar interrupciones en los horarios de vuelos.

SpaceX tiene la mirada puesta en cumplir con las exigencias de la NASA, que necesita ver avances significativos con el Starship en el próximo año. Este cohete se considera el más grande y potente jamás construido y es esencial para el regreso de los astronautas a la Luna. Se prevé que el lanzamiento lunar del año entrante, que transportará a cuatro astronautas, circunnavegue la Luna, aunque no aterrizará. Esta hazaña está prevista para 2027 y requerirá del Starship para llevar a dos astronautas de regreso a la superficie lunar.