Reflexiones de indígenas en Brasil
23/11/2025 | 02:16
Redacción Cadena 3
BELÉM, Brasil (AP) — Los pueblos indígenas llenaron las calles, navegaron por las vías fluviales y protestaron en el corazón del lugar para hacer oír sus voces durante las conversaciones sobre el clima de las Naciones Unidas, que se suponía les darían una voz como nunca antes en la conferencia anual.
Al concluir el sábado las conversaciones llamadas COP30 en Belém, Brasil, los pueblos indígenas reflexionaron sobre lo que la conferencia significó para ellos y si fueron escuchados.
Los líderes brasileños tenían grandes esperanzas de que la cumbre, que se llevó a cabo en el Amazonas, empoderara a las personas que habitan la tierra y protegen la biodiversidad de la selva tropical más grande del mundo, que ayuda a frenar el cambio climático al absorber sus árboles la contaminación de carbono que calienta el planeta.
Muchos indígenas que asistieron a las conversaciones se sintieron fortalecidos por la solidaridad con tribus de otros países y algunos apreciaron pequeñas victorias en el resultado final. Pero para muchos, las conversaciones no cumplieron con la representación, la ambición y la verdadera acción sobre los problemas climáticos que afectan a los pueblos indígenas.
“Esta fue una COP donde fuimos visibles pero no empoderados”, declaró Thalia Yarina Cachimuel, miembro Kichwa-Otavalo de una Delegación de Guardianes de la Sabiduría, un grupo de indígenas de todo el mundo.
El primer párrafo del texto político principal reconoce "los derechos de los pueblos indígenas, así como sus derechos sobre la tierra y el conocimiento tradicional".
Taily Terena, una mujer indígena de la nación Terena en Brasil, dijo que estaba feliz porque el texto mencionaba por primera vez esos derechos explícitamente.
Pero Mindahi Bastida, miembro otomí-tolteca de una Delegación de Guardianes de la Sabiduría, indicó que los países deberían haber presionado más por acuerdos sobre cómo eliminar gradualmente combustibles como el petróleo, el gas y el carbón "y no ver la naturaleza como mercancía, sino verla como sagrada".
Varias naciones presionaron por un plan para reducir el uso de combustibles fósiles, que al quemarse liberan gases de efecto invernadero que calientan el planeta. La decisión final del sábado no mencionó los combustibles fósiles, dejando a muchos países decepcionados.
Brasil también lanzó un mecanismo financiero al que los países podrían donar, que se suponía ayudaría a incentivar a las naciones con muchos bosques a mantener esos ecosistemas intactos.
Aunque la iniciativa recibió promesas monetarias de algunos países, el proyecto y la idea de crear un mercado para el carbono son soluciones falsas que "no detienen la contaminación, solo la trasladan", señaló Jacob Johns, un Guardián de la Sabiduría de las naciones Akimel O’Otham y Hopi.
“Le dan a las corporaciones una licencia para seguir perforando, seguir quemando, seguir destruyendo, siempre que puedan señalar una compensación escrita en papel. Es la misma lógica colonial disfrazada de política climática”, sostuvo Johns.
Desde el comienzo de la conferencia, algunos asistentes indígenas estaban preocupados de que la visibilidad no sea lo mismo que el verdadero poder. Al final, ese sentimiento persistió.
“Lo que hemos visto en esta COP es un enfoque en la presencia simbólica en lugar de permitir la participación plena y efectiva de los pueblos indígenas”, escribió Sara Olsvig, presidenta del Consejo Circumpolar Inuit, en un mensaje después de que concluyó la conferencia.
Edson Krenak, gerente en Brasil del grupo de derechos indígenas Cultural Survival y miembro del pueblo Krenak, no creía que los negociadores hicieran lo suficiente para visitar los bosques o entender las comunidades que viven allí. Tampoco creía que los 900 indígenas que tuvieron acceso al lugar principal fueran suficientes.
Sônia Guajajara, ministra de pueblos indígenas de Brasil, quien también es indígena, enmarcó la convención de manera diferente.
“Es innegable que esta es la COP más grande y mejor en términos de participación y protagonismo indígena”, aseguró.
Mientras que las decisiones de los delegados dejaron a algunos asistentes indígenas sintiéndose desestimados, muchos se sintieron empoderados al participar en manifestaciones fuera del lugar.
Cuando comenzó la cumbre el 10 de noviembre, Paulo André Paz de Lima, un líder indígena amazónico, pensó que su tribu y otras no tenían acceso a la COP30. Durante la primera semana, él y un grupo de manifestantes rompieron la barrera para entrar al lugar. Las autoridades intervinieron rápidamente y detuvieron su avance.
De Lima aseveró que ese acto ayudó a los pueblos indígenas a amplificar sus voces.
“Después de romper la barrera, pudimos entrar a la COP, entrar a la Zona Azul y expresar nuestras necesidades”, manifestó, refiriéndose al área oficial de negociación. “Nos acercamos (a las negociaciones), obtuvimos más visibilidad”.
El significado de la protesta en esta COP no era solo captar la atención de los no indígenas, también se pretendía como una forma para que los pueblos indígenas se reunieran entre sí.
En la última noche antes de llegar a un acuerdo, un pequeño grupo con pancartas caminó dentro del lugar, protestando por casos de violencia y destrucción ambiental desde el reciente asesinato de un joven guaraní en su propio territorio hasta el propuesto Proyecto de Transmisión de Gas Prince Rupert en Canadá.
“Tenemos que unirnos para aparecer, ¿sabes? Porque necesitan escucharnos”, apuntó Leandro Karaí del pueblo guaraní de América del Sur sobre la solidaridad entre los grupos indígenas. “Cuando estamos juntos con otros, somos más fuertes”.
Cantaron al ritmo constante de un tambor, se tomaron de los brazos en una línea y marcharon por el largo pasillo del lugar de la COP hasta la salida, rompiendo el silencio en los pasillos mientras los negociadores permanecían estancados dentro.
Luego emergieron, con las voces alzadas, bajo un cielo amarillo.
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¿Qué reflexionan los pueblos indígenas sobre la COP30?
Reflexionan sobre su participación y si fueron escuchados en las conversaciones climáticas.
¿Dónde se llevó a cabo la COP30?
En Belém, Brasil, en la región del Amazonas.
¿Qué esperaban los líderes brasileños de la cumbre?
Esperaban empoderar a los pueblos indígenas que protegen la biodiversidad de la selva tropical.
¿Qué logros se mencionan en el texto político principal?
Se reconocen los derechos de los pueblos indígenas y su conocimiento tradicional.
¿Cómo se sintieron algunos indígenas tras las decisiones de la COP30?
Se sintieron desestimados, pero muchos se empoderaron al participar en manifestaciones.
[Fuente: AP]
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