Obispo de San Bernardino exime a feligreses de misa por temor a redadas migratorias

El obispo de la diócesis de San Bernardino, Alberto Rojas, que dirige a más de 1,5 millones de católicos en el sur de California, ha decidido dispensar oficialmente a sus feligreses de la obligación de asistir a misa semanal. Esta medida se toma tras varias detenciones de inmigrantes en dos instalaciones parroquiales de la región.

Rojas argumentó que la dispensa es un recurso excepcional, similar a lo que se hizo en el contexto de la pandemia por COVID-19. Sin embargo, el obispo considera que resulta esencial dar este paso en la actualidad, ya que el temor a ser arrestados y posiblemente deportados ha permeado las comunidades, incluidas las católicas.

En un comunicado divulgado el miércoles, Rojas expresó: “Hay un miedo real que afecta a muchos en nuestras comunidades parroquiales, de que si se aventuran a cualquier tipo de entorno público serán arrestados por agentes de inmigración”. Refiriéndose a la situación actual, puntualizó que la reciente aprehensión de personas en las parroquias ha intensificado el pánico general.

El obispo también sostuvo que desea que las comunidades inmigrantes comprendan que su Iglesia se solidariza con ellas y las acompaña en esta difícil etapa. En la fe católica, se espera que los creyentes asistan a misa los domingos y en días de precepto, salvo en circunstancias serias.

Sin embargo, en respuesta a la presión social de las detenciones, Rojas se sintió impulsado a actuar. Los agentes federales incrementaron entre junio y julio los arrestos en el sur de California, específicamente en Los Ángeles, lo que generó una atmósfera tensa en las comunidades. La reciente acción del obispo es parte de su compromiso de larga data con la defensa de los derechos de los inmigrantes, subrayado desde su llegada al cargo.

Ante un contexto marcado por un aumento de las redadas migratorias, el pastor Omar Coronado, de Inland Congregations United for Change —una organización que atiende a comunidades en Riverside y San Bernardino—, elogió la decisión del obispo, considerándola un acto de valentía, en un momento en que muchas familias viven asediadas por el miedo y la incertidumbre.

La diócesis de San Bernardino, que es la quinta más grande de Estados Unidos, enfrenta retos únicos, ya que cuenta con una gran población hispana, que representa más del 50% en sus condados. Aunque la arquidiócesis de Los Ángeles no ha adoptado medidas similares, su portavoz ha indicado que continúan brindando apoyo a las familias y personas que han sido impactadas por las políticas migratorias actuales.