Nuevos drones artillados se suman a la lucha contra el crimen en la frontera sur de México

TAPACHULA, México (AP) — Autoridades de seguridad en Chiapas anunciaron la compra de una nueva flotilla de drones artillados con el objetivo de combatir el crimen organizado en la región, donde se libra una feroz disputa entre los cárteles de la droga Sinaloa y Jalisco Nueva Generación. Este avance se produce en un contexto crítico de violencia y enfrentamientos entre grupos delictivos.

La Secretaría de Seguridad local, a la que pertenece la Fuerza de Reacción Inmediata Pakal, se encargará de operar estos drones. Recientemente, elementos de este grupo cruzaron la frontera hacia Guatemala durante una persecución contra presuntos criminales, lo que generó tensiones diplomáticas entre ambos países.

Óscar Aparicio Avendaño, titular de la Secretaría de Seguridad de Chiapas, detalló durante un evento público que los drones tendrán la capacidad de cargar ametralladoras y que también podrán ser utilizados en situaciones de incendios. "Estamos activando estos drones, pueden cargar ametralladoras, y también serán útiles para gestionar incendios", afirmó.

De acuerdo con un comunicado oficial, dos de los drones artillados serán enviados a la zona fronteriza con Guatemala para reforzar las operaciones del grupo Pakal. Estos drones tienen una capacidad de carga de 35 kilos, son autosuficientes, equipados con ametralladoras y cámaras infrarrojas para la vigilancia.

Aparicio Avendaño también informó sobre la adquisición de dos bases móviles blindadas de cuatro que se prevé obtener, llamadas “Kanan”, con capacidad para albergar hasta 24 personas cada una, que serán ubicadas en áreas remotas.

Desde diciembre de 2024, cuando asumió la gubernatura Eduardo Ramírez, del Partido Morena, se lanzó una ofensiva contra el crimen para revertir la creciente violencia en la región fronteriza con Guatemala, que se da en el marco de la lucha por el control de rutas de tráfico de drogas, armamento y migrantes.

Además, se instauró un grupo de élite, los Pakales, compuesto por exagentes de la extinta Policía Federal y exmilitares. No obstante, el grupo ha enfrentado diversas denuncias, incluida la deserción de un miembro en mayo pasado, quien reveló presuntos actos de corrupción y vínculos con la delincuencia organizada, lo que derivó en el despido de un mando policial y la apertura de una investigación.

En el incidente más reciente, miembros de los Pakales accedieron indebidamente al territorio guatemalteco con vehículos blindados durante una persecución, resultando en cuatro presuntos criminales abatidos. A pesar de estas acciones, el gobierno local ha resaltado la supuesta mejora en la seguridad de la entidad, afirmando que Chiapas se ha convertido en la región con el menor índice de delitos en todo México.

Sin embargo, este enfoque ha sido criticado por organizaciones de derechos humanos. El Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas, en un informe reciente, aseguró que la aparente pacificación en la región podría atribuirse a una mayor militarización en lugar de un verdadero desmantelamiento de las bandas criminales.