Más de 20 detenidos en Los Ángeles tras el primer toque de queda por protestas

LOS ÁNGELES (AP) — La policía arrestó a más de 20 personas, en su mayoría por incumplir el toque de queda, durante la primera noche de restricciones en el centro de Los Ángeles. Se recurrió a proyectiles para controlar a cientos de manifestantes que expresaban su oposición a la represión migratoria impulsada por el presidente Donald Trump, según informaron las autoridades el miércoles.

A pesar de los arrestos, los enfrentamientos entre los manifestantes y la policía fueron menos intensos en comparación con noches anteriores. Al amanecer, era evidente la presencia de personas paseando a sus perros o yendo al trabajo, con tazas de café en mano.

Los funcionarios indicaron que el toque de queda se instituyó para frenar actos de vandalismo y robo atribuidos a provocadores que intentaban generar desorden después de cinco días de protestas, centradas principalmente en el área downtown de la extensa ciudad de cuatro millones de habitantes.

El toque de queda afecta a una zona de 2.5 kilómetros cuadrados (una milla cuadrada) donde se han registrado las manifestaciones desde el viernes. Los Ángeles en total abarca aproximadamente 1,295 kilómetros cuadrados (500 millas cuadradas).

Unos 2,000 soldados de la Guardia Nacional se encontraban en la ciudad, con aproximadamente la mitad designados a la protección de edificios y agentes federales, según informó Scott Sherman, general de División del Ejército y jefe de la Fuerza de Tarea 51. Este despliegue incluye también marines, aunque se prevé que otros 2,000 hombres de la Guardia se integren a las labores en las calles para el jueves.

El gobernador demócrata Gavin Newsom acusó a Trump de instaurar una "redada militar" en Los Ángeles, utilizando la Guardia Nacional a pesar de las objeciones de las autoridades locales. Newsom solicitó a un tribunal que interrumpiera de manera urgente la ayuda militar destinada a los agentes de inmigración, afirmando que tal presencia solo incrementa las tensiones y el descontento civil. Un juez estableció una audiencia para el jueves, lo que brindó al gobierno la oportunidad de continuar con sus operaciones.

Mientras tanto, la policía de Nueva York reportó 86 arrestos en protestas en Manhattan desde la noche del martes. La comisionada de policía, Jessica Tisch, destacó que la mayoría de los manifestantes mantuvieron una conducta pacífica.

En Texas, donde la policía de Austin hizo uso de agentes químicos para dispersar a numerosos manifestantes en la noche del lunes, el gobernador Greg Abbott mencionó que las tropas de la Guardia Nacional del estado estaban "en espera" en áreas donde se anticipaban más protestas.

Las protestas se han replicado en diversas ciudades, como Dallas, Austin, Chicago y Nueva York, donde miles de personas se han manifestado y muchos han sido arrestados. La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, declaró el estado de emergencia al instituir el toque de queda nocturno de 8:00 p.m. a 6:00 a.m., que se espera dure varios días debido a los actos de vandalismo, en el que al menos 23 negocios fueron saqueados hasta el momento.

Trump ha insinuado la posibilidad de invocar la Ley de Insurrección, que le facultaría para desplegar fuerzas militares para reprimir disturbios. En un discurso reciente, Trump descalificó a los manifestantes al llamarlos "animales" y enfatizó que Los Ángeles, de no haber sido por la intervención militar, "estaría ardiendo hasta los cimientos".

Las manifestaciones comenzaron después de varias redadas de agentes de inmigración que resultaron en el arresto de numerosos trabajadores en Los Ángeles, causando que los manifestantes bloquearan una autopista principal y prendieran fuego a vehículos durante el fin de semana, lo que provocó respuestas policiales con gases lacrimógenos y balas de goma. A lo largo de los disturbios, se registraron 197 arrestos, de los cuales 67 fueron por bloquear una carretera.