Graduados de Harvard respaldan oradores que piden a la institución mantenerse firme

CAMBRIDGE, Massachusetts, EE.UU. (AP) — La ceremonia de graduación de Harvard, realizada el jueves, se convirtió en un acontecimiento decisivo para la reconocida institución, donde los graduados aplaudieron a los oradores que subrayaron la necesidad de mantener un cuerpo estudiantil diverso e internacional, además de la defensa de la verdad ante los ataques del gobierno durante la presidencia de Donald Trump.

Las disputas entre Harvard y el gobierno de Trump sobre financiamiento y restricciones en la educación y admisiones generaron nuevos desafíos para miles de egresados, quienes comenzaron su trayecto universitario en medio de una pandemia y enfrentaron también protestas estudiantiles a raíz del conflicto en Gaza.

“Dejamos un campus muy diferente al que ingresamos, y Harvard se encuentra en el centro de una batalla nacional por la educación superior en Estados Unidos”, expresó Thor Reimann, uno de los graduados. “Nuestra universidad puede tener imperfecciones, pero me siento orgulloso de estar aquí hoy junto a nuestros compañeros, docentes y presidente, unidos en la convicción de que es esencial luchar por este proyecto continuo de veritas (verdad)”.

El impacto de las decisiones gubernamentales

En medio de las tensiones, otras instituciones enfrentan la pérdida de financiamiento federal y su capacidad para atraer estudiantes internacionales si no satisfacen las solicitudes de la administración Trump. No obstante, Harvard, fundada más de un siglo antes que el propio país, ha liderado la resistencia ante la Casa Blanca en las cortes, aunque ha sufrido graves repercusiones financieras.

Entre las recientes agresiones del gobierno, se incluye la orden a las agencias federales de cancelar cerca de 100 millones de dólares en contratos y más de 2.600 millones en subvenciones de investigación. El gobierno, además, intentó bloquear la inscripción de estudiantes internacionales y amenazó con revocar su estatus de exención impositiva.

Las entrevistas de visa para estudiantes internacionales fueron suspendidas y, durante un discurso, Trump sugirió que Harvard debería reducir su matrícula internacional del 25% al 15%.

Desafíos sistémicos

Apoyada por un fondo que asciende a 53.000 millones de dólares, la universidad más rica del país intenta demostrar que puede ser un bastión contra lo que se considera una reducción de la libertad académica ante los esfuerzos de Trump, quien ha calificado las protestas en el campus como “activismo antisemita”. Sin embargo, Harvard entiende que esto atenta contra la libertad de enseñanza y aprendizaje.

El gobierno de Trump ha exigido cambios exhaustivos en la estructura directiva de la universidad, revisiones en sus políticas de admisión y auditorías de su cuerpo estudiantil para garantizar la inclusión de diversas perspectivas.

Como respuesta a estas amenazas, Harvard presentó una demanda para frenar el congelamiento de fondos y logró que un juez federal detuviera temporalmente la prohibición de inscribir estudiantes internacionales, que continuó vigente tras una audiencia reciente en Boston.

Momentos de resistencia

El presidente de Harvard, Alan Garber, quien ha defendido consistentemente las acciones de la universidad, no hizo mención expresa de las amenazas de Trump durante la ceremonia del jueves. Sin embargo, recibió un cálido aplauso al referirse a la naturaleza global de la institución, afirmando que es “tal como debe ser”.

Los oradores graduados abordaron más abiertamente los desafíos que enfrenta la escuela y la sociedad en general. Un discurso en latín por el alumno Aidan Robert Scully incluyó numerosas alusiones a las políticas de Trump.

“Manifiesto que ni los poderosos ni los príncipes pueden cambiar la verdad ni negar que la diversidad es nuestra fortaleza”, sentenció.

Este propósito fue resaltado por Yurong “Luanna” Jiang, una graduada proveniente de China, quien se dedicó al desarrollo internacional. Compartió que creció con la convicción de que “el mundo se convertía en una aldea pequeña” y halló una comunidad global dentro de Harvard.

“Cuando conocí a mis 77 compañeros de clase de 32 países, esos lugares que solo conocí a través de un mapa se transformaron en personas reales, con risas e historias. Los retos globales ahora se sienten más próximos”, reflexionó.

Sin embargo, comentó que actualmente se pregunta si su visión del mundo está bajo asedio. “Hemos comenzado a dudar de aquellos que piensan, votan o creen distinto, viéndolos no solo como errados, sino como malvados”, afirmó.

Reacciones y opiniones en la ceremonia

El doctor Abraham Verghese, reconocido autor y especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad de Stanford, se presentó como un “mensajero” en un momento en que la atención sobre Harvard es más intensa que nunca. Alabó a la institución por “defender valientemente los valores fundamentales de la universidad y de esta nación” y recordó a los egresados que su logro es observado por más personas de las que se imagina.

“Ningún evento reciente puede opacar lo que cada uno de ustedes ha alcanzado aquí”, afirmó.

El miércoles, el renombrado baloncestista y activista Kareem Abdul-Jabbar fue el orador destacado del “Día de la Generación”, donde elogió a Harvard por su resistencia ante el gobierno y comparó la postura de Garber con el coraje de Rosa Parks.

“Es inspirador ver a una universidad en el contexto actual defender la libertad”, expresó.

En este contexto, el gobierno ha calificado las protestas contra Israel en el campus como una manifestación de “violencia antisemita”. Al igual que otros estudiantes de diversas universidades, los alumnos de Harvard levantaron campamentos para demandar que la administración retire inversiones en empresas que apoyan el ejército israelí, mientras que hace un año, varios egresados abandonaron la ceremonia coreando “Libertad, libertad para Palestina”.

Este año, las protestas han disminuido notablemente, pero se llevó a cabo una vigilia silenciosa antes de la ceremonia, donde los manifestantes mostraron carteles con frases como “Alto el fuego ahora” y “No más bombardeos”.

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Esta noticia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de inteligencia artificial.