Funcionario de la ONU asegura que la planta nuclear de Zaporiyia en Ucrania no se reactivará pronto

VIENA (AP) — Inspectores del organismo de control nuclear de la ONU no observan señales de movimientos inminentes para reiniciar la planta de Zaporiyia, aseveró un funcionario de la organización el jueves, tras las preocupaciones manifestadas por Greenpeace sobre la construcción de líneas eléctricas por parte de Rusia cerca de la instalación.

La planta de Zaporiyia, la mayor de Europa con seis reactores y entre las diez más grandes del mundo, ha generado inquietud tanto para el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) como a nivel global durante el conflicto, ante el temor de una posible catástrofe nuclear. Desde el inicio de la guerra en febrero de 2022, Rusia controla esta planta, aunque no está produciendo energía en la actualidad.

La ciudad de Zaporiyia, ubicada a unos 440 kilómetros (275 millas) al sureste de Kiev, se mantiene bajo control ucraniano y ha sido objeto de ataques debido a la proximidad del frente. El OIEA envía personal a la planta para verificar su seguridad y proporcionar su conocimiento.

Greenpeace advierte construcciones eléctricas peligrosas

En un informe presentado el martes, Greenpeace advirtió que fotografías satelitales indicaban que Rusia había comenzado la construcción de “una línea eléctrica de alta tensión” en territorios ucranianos bajo su control en las regiones de Donetsk y Zaporiyia. Un análisis de imágenes satelitales de Planet Labs PBC también reveló la edificación de líneas eléctricas y torres en la misma área.

“Este hallazgo representa una de las primeras pruebas contundentes de que Rusia continúa con sus peligrosos e ilegales planes orientados a reiniciar la planta nuclear más grande de Ucrania y Europa en Zaporiyia”, manifestó Shaun Burnie, especialista en energía nuclear de Greenpeace Ucrania, a través de un comunicado.

Un funcionario del OIEA afirmó que los inspectores de la entidad no habían notado cambios significativos en la planta que sugirieran que Rusia se preparaba para un esfuerzo inmediato de reinicio, después de que se le consultara sobre el informe de Greenpeace.

“Lo que puedo decir es que nuestros equipos siguen confirmando que no hay indicios de preparativos activos para reiniciar la planta en este momento”, declaró el funcionario bajo la condición de anonimato para discutir la evaluación de la agencia.

Rusia no ha reconocido el proyecto de la línea eléctrica. Por su parte, Ucrania envió una nota al OIEA y a sus miembros el miércoles expresando sus preocupaciones respecto a la construcción de esta línea.

“Estas acciones representan una flagrante violación del derecho internacional y un agravio a la soberanía de Ucrania”, expresó Ucrania en su carta. “La construcción de esta línea de transmisión es una clara señal de la intención de la Federación Rusa de realizar un reinicio no autorizado de la planta nuclear de Zaporiyia, que sigue siendo propiedad soberana de Ucrania”.

Añadió: “Cualquier operación en la planta sin la autorización expresa del regulador nuclear ucraniano es ilegal y representa una amenaza directa e inaceptable para la seguridad nuclear”.

Zaporiyia, un foco de preocupación internacional

Rusia ha manifestado anteriormente la posibilidad de reiniciar la planta de Zaporiyia. El director general del OIEA, Rafael Mariano Grossi, comentó a los periodistas el miércoles que se podría discutir esta cuestión en un próximo viaje que planea realizar a Ucrania y posiblemente a Rusia.

“Continuaremos nuestras conversaciones con ambas partes, especialmente con los rusos sobre este tema del reinicio de la planta”, comentó Grossi. “Es un asunto que requiere una cuidadosa consideración”.

Los seis reactores de Zaporiyia continúan cargados de uranio, aunque se encuentran en un estado de apagado en frío, lo que significa que las reacciones nucleares han cesado. Sin embargo, la planta necesita de electricidad externa para mantener el reactor frío y alimentar otros sistemas de seguridad. Esta energía externa ha sido interrumpida en múltiples ocasiones durante la guerra, lo que obligó a la planta a depender de generadores diésel en el lugar.

La situación se complica aún más por el colapso en 2023 de la presa de Kakhovka en el río Dniéper, que proveía agua esencial para el embalse de la planta, obligando a los trabajadores a cavar pozos.

“La planta ha perdido su principal fuente de agua de enfriamiento, lo que provoca que todo el sistema no funcione como originalmente fue diseñado”, afirmó el funcionario del OIEA. “El consumo de agua es considerablemente mayor (cuando la planta está operativa) en comparación con el estado de apagado en frío. No anticipamos una solución rápida y sencilla para esto”.

La planta de Zaporiyia también ha sido mencionada por el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien buscaba alcanzar un acuerdo de alto el fuego entre Rusia y Ucrania. En marzo, Trump y el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy dialogaron sobre la planta, donde el presidente estadounidense sugirió que “Estados Unidos podría recuperarla”.

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La Associated Press recibe apoyo para la cobertura de seguridad nuclear de la Carnegie Corporation de Nueva York y la Outrider Foundation. La AP es la única responsable por el contenido.

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Esta información fue traducida del inglés por un editor de AP con ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.