Familias cruzan la frontera buscando mejores oportunidades educativas y ahora regresan a Venezuela

En los últimos meses, José Alberto González y su familia vivieron recluidos en su pequeño departamento de un dormitorio en Denver, Estados Unidos. Durante ese tiempo, su única comunicación fue con una familia venezolana con quien compartían el hogar, mientras se mantenían informados sobre la presencia de agentes de inmigración en la zona a través de mensajes de WhatsApp. Cada mañana, a las 7:20 a.m., la esposa de González llevaba a sus hijos a la escuela con la esperanza de que aprendieran inglés. Motivados por el deseo de ofrecerles una mejor educación y mejorar su situación laboral, decidieron emigrar a Estados Unidos hace dos años, con intenciones de permanecer durante una década.

Sin embargo, el 28 de febrero, la familia abordó un autobús de Denver a El Paso para cruzar la frontera de regreso a Venezuela. A pesar del sentimiento de inseguridad, decidieron informar a las escuelas de sus hijos sobre su salida del país. Según el Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU., miles de inmigrantes han notificado su intención de "autodeportarse", una decisión que se ha visto incentivada por el clima de temor generado por el gobierno de Trump, que ha intensificado la vigilancia y ha ofrecido incentivos económicos para quienes abandonen el país.

Recientemente, la Corte Suprema permitió que la administración de Trump eliminara las protecciones legales para cientos de miles de inmigrantes venezolanos, lo que podría llevar a muchos más a considerar dejar EE.UU. Este cambio dramático ha tenido un impacto significativo en el contexto escolar, donde se reporta una disminución en la matrícula. Las escuelas, que reciben financiamiento según el número de estudiantes, podrían enfrentar serios problemas debido a esta reducción en la asistencia.

Las familias, por su parte, experimentan una intensa incertidumbre. La directora de una escuela primaria en Denver, Andrea Rentería, comentó: "Con el terrible miedo e incertidumbre en la mente de los padres, ¿quién podría culpar a alguien por tomar la decisión de irse?". El miedo a las redadas migratorias en las escuelas ha llevado a algunas familias a mantenerse alejadas de los campus escolares, lo que ha sido un punto de inflexión para muchos.

A inicios de la administración de Trump, González comenzó a considerar la idea de regresar, dispuesto a aceptar reducir drásticamente su nivel de ingresos en su país natal. Después de meses ahorrando, finalmente decidió regresar a Venezuela con su familia, después de haber mantenido a sus hijos en la escuela hasta que surgieron rumores sobre redadas en las instituciones educativas.

Los datos de asistencia escolar en Denver reflejan que hubo una caída del 3% en febrero con respecto al mismo periodo del año anterior, siendo más pronunciada en escuelas con alta población de estudiantes inmigrantes. La situación se ha vuelto crítica al punto que familias enteras han empezado a prepararse para regresar a sus países de origen, llevando consigo una carga emocional significativa.

El impacto de este éxodo sobre las escuelas aún está por verse, pero se anticipa que las reducciones en las inscripciones afectarán la financiación estatal y local que depende del número de estudiantes. Mientras algunos inmigrantes buscan salir del país para evitar consecuencias más graves sobre su estatus, otros enfrentan decisiones difíciles frente a la incertidumbre económica y social actual en EE.UU., a medida que se intensifica el clima de miedo que se vive en colegios y comunidades.