Es argentina, estudió en Europa y vive en un pueblo medieval

Carolina Aldao, de 36 años, creció esperando las visitas de sus abuelos maternos que, cada año, llegaban desde Múnich a Argentina. Esos días eran pura fiesta en su casa: se cocinaban y probaban platos de ese país.

"Con el tiempo, empecé a sentir la necesidad de viajar al continente de mis orígenes, y experimentarlo por mi cuenta", dijo Aldao al diario La Nación que publicó su historia.

Para acercarse a ese sueño, decidió estudiar la licenciatura de Turismo y a realizar varios cursos de idiomas gratuitos que brindaba el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires: aprendió italiano, portugués, francés, y también un poco de ruso y japonés.

/Inicio Código Embebido/

/Fin Código Embebido/

Luego de recibirse y de tener varios trabajos en el rubro, Carolina decidió dar el paso: tras la ruptura de una relación de 10 años, empezó a buscar trabajo en otros países como Portugal, España e Italia. No tuvo éxito y entonces decidió viajar a Europa para estudiar una maestría.

Un golpe de suerte

En 2017, recibió la noticia de que había sido seleccionada para cursar con una beca la maestría en Gestión de Turismo. 

"Desde esa fecha hasta agosto de ese año, mes en que partí a Europa, mi día a día se basaba en prepararme mentalmente y organizar mi partida. Mi prioridad era aprovechar al máximo estar con mi familia", dijo.

Se mudó a Kolding, Dinamarca, y empezó el primer semestre de su maestría. El segundo lo hizo en Ljubljana, Eslovenia y, el tercero en Girona, España.

Luego de un tiempo en este último lugar, recibió una oferta laboral como investigadora y hoy se desempeña como docente de la universidad a la que asistió. 

Este lugar es un pequeño pueblito medieval que está a 85 km de Barcelona. "Hoy aprecio enormemente la historia medieval que me rodea, sus calles empedradas y la tranquilidad del día a día, al igual que el verde y las montañas que me dan mucha paz", agregó.

/Inicio Código Embebido/

/Fin Código Embebido/